Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El subidón de la luz salta a la cesta de la compra: Galicia, donde más crece

Desde que la factura de la luz subió, la amenaza de una escalada de precios para el consumidor está ahí. Pero el de la electricidad no es el único factor que contribuye a esta espiral alcista, el coste de los carburantes, de las materias primas o del transporte marítimo forman parte de la ecuación. No en vano, las repercusiones ya se dejan sentir en algo tan esencial como la cesta de la compra. En lo que va de año, Galicia acusa la escalada del índice de precios de alimentos y bebidas no alcohólicas más alta del conjunto estatal, de hasta 2,3% en siete meses, frente al 2% que aumentó en los doce meses del pasado ejercicio en la comunidad, según reflejan los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE).

En el presente ejercicio y coincidiendo con el cambio de tarifa de la electricidad, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de alimentos y bebidas en el conjunto español ha aumentado, de media un 1,5%, según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Un ascenso, no obstante, inferior al de Galicia que lidera la escalada por delante de Cantabria (2,1%) y Navarra (2%). “De seguir esta tendencia podrían llegar a duplicarse el coste de la cesta de la compra para cierre de año”, apuntan fuentes de la OCU.

Este repunte de precios en el territorio gallego, en comparación con otras comunidades, ha estado tradicionalmente asociado a cuestiones vinculadas a la logística y el transporte, analiza Miguel López, secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia (UCGAL). “Estar en esta esquina trae consigo alguna penalización cuando no hablamos de consumo local. Es bastante habitual este recargo asociado al transporte y la logística”.

“La de la luz no es una subida tan pequeña como para que no tenga consecuencias”

Miguel López - Secretario General UCGAL

decoration

Más allá de ese factor, el portavoz de UCGAL coincide con la OCU al manifestar su preocupación por la subida de los precios de los carburantes y de la energía en general. “El repunte del coste gas y de la electricidad podía trasladarse a la cesta de la compra y lo estamos empezando a ver” señala López. En su discurso apunta que la electricidad se utiliza en todos los procesos de producción, que no entienden de tramos horarios en los que se pueden aplicar las tarifas más altas. Y dado que se está produciendo un aumento de los costes para los productores, es previsible que esto se traslade a los consumidores. “Si ponemos encima de la mesa el precio de la electricidad de junio a agosto, está costando el doble de lo que costaba antes. No es una subida tan pequeña como para que no tenga consecuencias para el consumidor”, reflexiona.

Cierto es que contribuyen a esta escalada de precios para el cliente final, las cadenas de supermercados que, al final, deciden si castigar sus márgenes (en caso de que haya que hacerlo) o repercutir tales aumentos de costes al consumidor, reflexiona López. En Galicia hay varios grupos de distribución que no operan en otros territorios. Por eso, los contratos que tengan con sus proveedores pueden jugar un papel crucial para determinar la oscilación de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas respecto a otras comunidades.

Observando un poco más de cerca esta cesta de la compra destaca cómo se ha disparado el índice de precio de los aceites y las grasas. La escalada es de casi el 21% respecto a los niveles de enero, un ascenso similar al que refleja este producto en la media estatal, del 20%, según los datos de la OCU. Cierto es que el alza del coste del aceite se viene anunciando desde hace tiempo, propiciado por una caída de la producción en este ejercicio, a lo que contribuye que la demanda no ha seguido la misma tendencia. “Desde mayo se ha empezado a trasladar el aumento del precio en origen a los lineales de los supermercados. Es algo esperable porque los precios de los proveedores son superiores y es un producto muy demandado en todo el mundo”, apunta López.

El del agua mineral y los refrescos es el otro segmento que muestra mayores incrementos de precios, de casi el 9% en siete meses. La partida que está incrementando el coste de este grupo de bebidas son los refrescos azucarados y edulcorados. Una tendencia similar a la que se aprecia a nivel estatal. Y le sigue el segmento de frutas frescas, con un repunte del 5,3% del precio en lo que va de año, por encima del 4,6% de la media nacional. Un alza que responde a que el sector ha tenido problemas para contar con mano de obra y al empuje de una forma de comer más sana y equilibrada.

Las siguientes subidas las acusan las patatas y sus derivados, con un repunte del coste del 5% así como los huevos y la carne de ave, cuyos índices de precios han repuntado en lo que va de año un 4,2% y un 3,9%, respectivamente.

Calviño defiende las medidas del Gobierno para abaratar la luz

La vicepresidenta para Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, defendió que el Gobierno ha impulsado las energías renovables, que son “las más limpias y las más baratas”. La vicepresidenta respondió así a los periodistas al ser preguntada por el precio de la luz, y recordó que el Ejecutivo adoptó medidas “eficaces” para reducir la factura de la electricidad. “Las medidas puestas en marcha, algunas de las cuales están pendientes de aprobación en el Congreso, permitirán reducir la factura un 15 % adicional”, apuntó Calviño, quien aseguró que se seguirán tomando medidas para que el aumento de los costes del mercado mayorista “no repercuta en la factura”. Insistió, además, en centrarse en medidas eficaces que tengan impacto real sobre los precios de la energía “y no en otras ideas que sabemos no son eficaces ni pueden llevarnos a los objetivos que tenemos”. Para la vicepresidenta, estos objetivos pasan por contar en España con un sistema eléctrico con la energía “más limpia y más barata posible”.

Compartir el artículo

stats