La empresa alemana de ropa deportiva Adidas ha llegado a un acuerdo con la estadounidense Authentic Brands Group (ABG) para venderle Reebok por 2.500 millones de dólares (2.100 millones de euros). Buena parte de esta cantidad será pagada al contado y la transacción se cerrará en el primer trimestre de 2022, tras la aprobación de las autoridades competentes. ABG posee las marcas de moda JCPenney, Forever21 y Brooks Brothers.

La noticia fue recibida por la bolsa con subidas. El precio de las acciones de Adidas al cierre del mercado se incrementó ayer el 2,34%. Adidas compró en 2006 Reebok por 3.100 millones de euros, con el objetivo de competir en Estados Unidos con Nike. Los analistas consideran que pese a la falta de plusvalías la aventura de Reebok acaba para Adidas con escaso impacto en las cuentas ya que la marca apenas está valorada en 803 millones de euros en el balance del grupo, tras varias depreciaciones contables registradas a finales de 2020.

Los ingresos de Reebok crecieron un 2% en 2019, hasta los 1.750 millones de euros, pequeña parte de los 23.600 millones de euros de facturación de todo el grupo Adidas. Por ello, la venta de Reebok no tendrá un efecto excesivo en las previsiones financieras de Adidas para este año.

En el momento de la compra, Reebok era una marca de proyección indudable e imagen capaz de competir con Nike, pero la entrada de la multinacional alemana desinfló esas expectativas. Con la venta actual, la retribución a los accionistas de Adidas podría incrementarse. Antes de conocerse la operación de Reebok, los mercados esperaban un reparto de dividendos de unos 1.000 millones de euros en 2021.