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La reactivación impulsa un récord hasta junio en la recaudación fiscal en Galicia

La doble recesión financiera impactó tanto en las arcas públicas que los dos Gobiernos que tuvieron que lidiar con ella decidieron exprimir los grandes impuestos. En su etapa final, José Luis Rodríguez Zapatero elevó el IRPF para los rendimientos del capital del 18% al 19% en los primeros 6.000 euros y al 20% para los contribuyentes que superasen ese umbral. El IVA general pasó del 16% al 18% y el reducido del 7% al 8%. Ambos pegaron otro buen salto, al el 21% y el 10%, respectivamente, de la mano de Mariano Rajoy, que además sacó una ristra importante de productos fuera del IVA reducido y superreducido para aumentar su tributación –varios artículos sanitarios entre ellos– y aplicó cinco incrementos en el IRPF a las bases generales, las retenciones a las actividades profesionales y las ganancias patrimoniales. Entre eso y la recuperación de la economía, la recaudación fiscal dejó atrás los números rojos y desde 2018 escalaba de máximo en máximo hasta que la pandemia frenó en seco la actividad.

Que la crisis provocada por el coronavirus era inédita y muy diferente también a otros shocks agravados por problemas estructurales estaba claro. Y los ingresos tributarios, como otras muchas magnitudes, lo confirman. La primera mitad del año deja un saldo de casi 90.500 millones de euros, un 16,3% más que en el mismo periodo de 2020, cuando España apenas había estrenado la nueva normalidad, e incluso se sitúan por encima del importe de 2019 (87.455 millones). El alza en Galicia es algo menor, un 13,4%, pero suficiente para mejorar los ingresos prepandemia y batir un número récord.

A la caja de la Agencia Tributaria en la comunidad llegaron 2.995 millones de euros. Son 353 millones más que entre enero y junio de 2020, según el balance publicado ayer por el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda. El anterior techo para un primer semestre estaba en 2008 con 2.871 millones de euros. Al igual que ocurrió durante la pandemia, la delegación de Vigo arroja los mejores resultados. Los ingresos avanzan en su caso casi un 16% (673 millones), mientras que en A Coruña la subida fue del 14,4% (1.701 millones); un 11,4% en Lugo (163 millones); un 9,5% en Ourense (187 millones); y un 5,2% en Pontevedra (268 millones).

El IVA lidera la aportación fiscal de Galicia. Alcanzó los 1.396 millones tras un ascenso del 6,2%. El IRPF trajo 1.243 millones, un 12,1% más. El Impuesto sobre Sociedades, que grava el beneficio de las empresas, se dispara un 111,6% (131 millones) y un 22,4% los Especiales (49,1 millones).

La Agencia Tributaria recuerda que la comparativa con 2020 está desvirtuada por la letanía de los ingresos durante los meses más duros de la pandemia en la actividad, pero destaca la importancia de la subida del 3,5% respecto a 2019 en el conjunto de España, pese a que IVA e Hidrocarburos aún no están en esos niveles. Entre las señales de reactivación están “la aceleración” en las retenciones de IRPF de grandes empresas (3,9% por encima de 2019) y pymes (3,2%). 

El déficit del Estado baja casi un 26%

El déficit del Estado hasta junio alcanzó los 35.665 millones de euros, el 2,95% del Producto Interior Bruto (PIB). En comparación con el primer semestre de 2020, el desequilibrio se reduce un 25,9%. Las comunidades, con los datos aún hasta mayo, suman un déficit del 0,14% del PIB (1.738 millones). El de Galicia se sitúa en el 0,27% del PIB (169 millones), más del doble que en 2020. 

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