El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón quiere irse de vacaciones con el juzgado más ligero. Ayer archivó la pieza del caso Tándem, en el que se investigan las cloacas policiales, relativa a la contratación de la principal empresa del entramado del comisario jubilado José Manuel Villarejo por Repsol y CaixaBank. La decisión supone levantar la imputación que pesaba sobre ambas entidades como personas jurídicas y del presidente de la primera, Antoni Brufau, y del presidente no ejecutivo de segunda entre los años 2011 y 2016, Isidro Fainé.

En relación a Fainé y Brufau, el magistrado acuerda en un auto el sobreseimiento provisional de la causa al no constar su participación en la contratación de la mercantil Cenyt del investigado Villarejo, porque la contratación no recaía en el ámbito de control del presidente. Por tanto, concluye, “sin indicios que apunten a que los presidentes de las compañías interviniesen de manera directa en los hechos investigados, no es posible transferir a dichos presidentes una obligación de supervisión y vigilancia corporativa que está delegada en los órganos competentes para ello”.