Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 3.675 millones de euros en el primer semestre de este año, frente a una pérdida de 10.798 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando el banco realizó una actualización sin efecto en caja del fondo de comercio y de los activos fiscales diferidos (DTAs). De hecho, bate cifras preCOVID, ya que en el mismo periodo de 2019 logró 3.231 millones.

Excluido el cargo neto de 530 millones de euros por costes de reestructuración anunciado en el primer trimestre de 2021, el beneficio ordinario fue de 4.205 millones de euros, un 153% más que en el mismo periodo del año anterior y el mayor desde 2010.

“Vamos en línea para superar el objetivo de rentabilidad para el año y mantenemos la intención de retomar una remuneración a los accionistas del 40-50% del beneficio ordinario”, subrayó la presidenta de la entidad, Ana Botín.

“En el segundo trimestre, obtuvimos buenos resultados una vez más, con un crecimiento del margen neto del 13% gracias a una evolución muy positiva en todas las geografías, sobre todo Estados Unidos y Reino Unido, y en todos los negocios”, explicó.

Por otro lado, el margen de intereses aumentó un 8% en el primer semestre tras registrar el mejor trimestre desde que empezó la pandemia, debido fundamentalmente a los volúmenes de crédito y depósitos y el menor coste de estos últimos.

La ratio de mora descendió cuatro puntos básicos en los últimos doce meses, hasta el 3,22%, mientras que la ratio de cobertura alcanzó el 73%.