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Economía

El absentismo laboral regresó con la tercera ola

Fábrica de Seat en Martorell

La pandemia se traduce en absentismo laboral en la mayoría de comunidades autónomas. La tendencia de horas no trabajadas por absentismo marcaba una línea ascendente entre el año 2000 y 2019 y se perpetúa en el ejercicio del COVID en casi todas las regiones a excepción de tres, entre las que Galicia cierra el podio. El tiempo no trabajado por este motivo el pasado ejercicio se redujo en más de 14 horas en País Vasco, seguido por Aragón, donde la caída fue de 11 horas y en tercer lugar la comunidad gallega, con una contracción de poco más de 10 horas, según el décimo informe Adecco sobre empresa saludable y gestión del absentismo.

Sorprende la caída del absentismo en el 2020 porque el coronavirus, precisamente lo propició, reflexiona el exdecano del Colegio de Economistas de Pontevedra, Juan Santamaría. “Si ha bajado tan significativamente es porque se ha deteriorado la situación económica en general”, analiza el experto que se refiere a una presión que apremia a trabajar más que en años anteriores. También el teletrabajo es catalizador de esta situación, ya que permite compatibilizar la situación laboral con la familiar y la de salud.

En todo caso, la tendencia se revierte en el primer trimestre de 2021. La evolución de horas perdidas por absentismo fue muy dispar entre comunidades, pero Castilla La Mancha y Galicia presentan los incrementos más grandes. En el territorio gallego, el absentismo sumó 11 horas más en los tres primeros meses del ejercicio, aunque eso no evitó que se posicionara como la región con mayor pérdida de tiempo de trabajo por ese motivo, hasta 127 horas anualizadas en el periodo analizado. El informe recoge que el ascenso a la primera colocación de Galicia se explica porque tanto Canarias como Baleares, que hasta ahora registraban los mayores niveles de absentismo, contrajeron la cifra. Aun así, son junto con a la comunidad gallega las únicas autonomías que superan las 120 horas de absentismo.

Simón Espinosa

Así la tasa de absentismo escaló del 6% del 2020, hasta el 7,7% en el territorio gallego en el primer trimestre de este ejercicio. Una cifra, en todo caso, por encima del 6,7% de media española. “Galicia siempre ha tenido un mayor componente de absentismo por enfermedad común”, explica los datos el director de Adecco Group Institute, Javier Blasco. Un repunte que se asocia a la evolución de la pandemia en el territorio gallego, que vivió con especial virulencia la tercera ola del coronavirus, entre enero y marzo, mientras que las olas anteriores, las del 2020, tuvieron una incidencia inferior respecto a otros territorios.

La baja por incapacidad temporal ha estado vinculada tradicionalmente a regiones con un tejido industrial y convenios colectivos. En todo caso, cualquier tasa de absentismo no es deseable y el 6% empezaría a ser importante “aunque sea por causas justificadas”, reconoce Santamaría, “el absentismo empieza a ser preocupante cuando esta medida se utiliza para no ir a trabajar estando bien”.

Galicia cierra también el podio de las jornadas más extensas en el primer trimestre del 2021, con 16.43 horas pactadas efectivas, que es la suma de las horas pactadas (en convenios colectivos y contratos de trabajo) con las horas extraordinarias. Lo hace por detrás de Madrid, con 1.665 horas pactadas efectivas y Cantabria, con 1.653 horas. Una clasificación en la que el territorio gallego se situaba en segunda posición en 2020, con 1.542, justo por detrás de Madrid, con 1564 horas anuales.

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