El Evrima avanza, a un ritmo lento, lejos de Hijos de J. Barreras. El crucero de ultralujo que venía a revolucionar el mercado y el naval español desde Vigo, ni está en la ciudad ni se le espera. Tampoco su armador, Cruise Yacht, quiere rematarlo aquí, en el astillero que todavía dirige de la mano del fondo Oaktree. De hecho, la firma contratada para gestionar la liquidación y venta de la compañía, Kroll Business, tampoco tiene al buque entres sus planes.
Según ha podido saber FARO, la consultora está trabajando en un plan de viabilidad que ayude a encontrar un socio inversor, o lo que es lo mismo, la venta de la factoría. La hoja de ruta pasa porque este plan sirva de gancho antes de poner en el mercado la atarazana, acción prevista a partir de agosto.
La incorporación de un socio industrial es el último de los tres pilares en los que se basa el trabajo de la consultora dentro de la quiebra controlada encargada por Oaktree. En breve iniciará la negociación del ERTE para la plantilla con sus “plenos poderes” sobre la empresa, momento en el que se centrará en crear un plan de negocio.
En concreto, Kroll insiste en que Barreras debe estar en el sector del refit de las embarcaciones como “un negocio recurrente” y, como añadido, incluye el mercado de las energías renovables y el sector offshore. Como ya hiciera Cruise Yacht (dueña del astillero) cuando Douglas Prothero ejercía como presidente ejecutivo de Barreras, la consultora cree que el negocio de la eólica marina es esencial para el futuro de la firma.