Las ciudades se disponen a recuperar su habitual ajetreo. La incipiente tendencia se deja sentir en el sector inmobiliario y los locales a pie de calle recuperan tímidamente su demanda habitual, después de experimentar una caída de precios de hasta el 20% desde que empezó la pandemia. Se vuelven las tornas, los empresarios recuperan el interés y aprovechan un mercado especialmente oportuno. “Siempre hay demanda de locales comerciales y ahora también. Muchos cerraron por la pandemia pero tienen salida”, asegura el presidente de la Asociación Gallega de Inmobiliarias (Agalin), Carlos Debasa.
Carlos Debasa:“Lo importante es que estén dentro del precio del mercado”
También el mercado de las oficinas empieza a recuperar el pulso. El teletrabajo deja paso a la presencialidad y las compras en este segmento empiezan a coger fuerza, tal y como suscribe Eugenia López, administrativa de Cardicasa. “Se buscan oficinas a bajo precio y de pequeño tamaño”, comenta. Un factor que condiciona también el alquiler de los locales. “Lo importante es que estén dentro del precio de mercado”, insiste Debasa. Y aunque la bajada de rentas parecía generalizada, no todos los locales suscriben esta tendencia. “Hay muchos en zonas buenas que se han mantenido los índices”, reconoce la gerente de Grupo Galo, Estefanía Loureiro.
Este constituye un factor clave sobre todo considerando que, en los ensanches de las principales ciudades gallegas –indistintamente de si se trata de Vigo o Santiago de Compostela– un solo propietario posee múltiples locales comerciales. Una realidad resultante del proceso de expansión urbanística y que concentra en manos de unos pocos los espacios comerciales de los ensanches, pertenecientes a los antiguos dueños de los solares hacia donde se expandió la ciudad. Así es que, si estos grandes tenedores así lo quieren, pueden empujar el precio de una zona al alza e incluso decidir qué negocios quieren en un barrio determinado.
Los más demandados son los locales para restauración, asevera Loureiro. Hasta seis meses se tarda de media en darle salida a un local. El principal escollo a salvar es la obtención de licencia. Concretamente, para cafeterías, bares o restaurantes, abundan las problemáticas en torno a la salida de humos y las bajantes del edificio, pero también el acceso para minusválidos, recuerda Loureiro, que apunta que la recuperación es lenta.
El momento en el mercado inmobiliario es bueno. Hay mucho interesado y mucha oferta. La rotación de locales, asegura Debasa, es alta. “Algunos inician sus negocios en zonas prime y terminan cerrando porque las cuentas no dan pero viene otra persona y le da el relevo”. Una dinámica que atestigua un resurgir en el que destacan los empresarios que apuestan por ampliar su negocio con un segundo local.
