Mientras el Gobierno español se propone cobrar peajes en las autovías dentro de cuatro años, Portugal los rebaja a la mitad. Desde hoy entran en vigor importantes descuentos en los peajes con los que desde hace una década el país vecino grava la circulación por las llamadas ex-Scut, viales como la A-28, que arranca cerca de la Raia, en Caminha, y conecta con Oporto.
Las antiguas autovías “Scut” , una etiqueta construida con las siglas de “Sin coste para el usuario”, se construyeron con el impulso de fondos europeos, libres –como se encargaban de dejar claro ya en su propio nombre– de cargas para los conductores. A finales de 2010, sin embargo, en plena recesión y a las puertas del rescate, el Ejecutivo de José Sócrates decidió aplicarles la máxima de “quien usa, paga” e introdujo un sistema de tasas. Se decantó por una fórmula de telepeaje que en octubre de 2010 estaba en marcha en la A-28.
La medida generó un fuerte rechazo social y empresarial. Negocios, transportistas, usuarios y autoridades alertaron del “mazazo” que asestaría a la movilidad, tanto la interna en Portugal como la transfronteriza en la Eurorregión. Del lado gallego a las críticas se sumaba además lo engorroso y caro que era el sistema de telepeaje para los conductores de vehículos con matrícula extranjera. Con el tiempo, sus temores cristalizaron en los balances de la A-28, que padeció una sangría alimentada por la tasa y la propia crisis. Si en 2009 circulaban por la A-28 una media de 34.000 vehículos diarios, en 2013 eran 22.400.
Para atajar el impacto de los peajes el Gobierno luso tuvo que echar mano de algunas medidas. A nivel práctico –con gestiones al más alto nivel en una Cumbre Ibérica mediante– los gallegos consiguieron ya en 2013 que sus dispositivos de telepeaje, los OBE, sirviesen para pagar en los pórticos de Portugal. Sin embargo su política más contundente fue la tarifaria, la reducción de los precios. En 2016 el Ejecutivo aplicó en parte de su red de carreteras una primera bonificación y a principios de 2021 volvió a introducir otra, diseñada especialmente para los usuarios frecuentes.
Tramos beneficiados
La que ahora recibe luz verde de Gobierno luso es especialmente ambiciosa. Con el cambio de mes, a partir ya de este 1 de julio, se aplicará una reducción del 50% en las tasas. Según recoge el propio Gobierno de Portugal en su web, la rebaja se aplicará “en cada paso en los tramos y subsectores” de la A-22-Algarve, A-23-IP, A-23-Beira Interior, A-24-Interior Norte, A-25-Bieras Litoral y Alta, A-28-Norte Litoral, las concesiones del Grande Porto y Costa da Prata. A día de hoy el trayecto completo por la A-28 cuesta entre 3,85 y 9,65 euros, en función del tipo de vehículo con el que se realice el viaje.
El descuento lo propuso el PSD y se aprobó en el Parlamento en el marco de la Lei Presupuestaria del Estado para 2021. Además del porcentaje general del 50%, en el caso de los vehículos eléctricos o no contaminantes contempla que la bonificación llegue al 75%, aunque para estos coches la bonificación no entraría en vigor hoy por razones "técnicas", según confirmaron hoy fuentes gubernamentales. Desde el Ejecutivo se ha apuntado ya el elevado coste que tendrá la medida. Los cálculos que ha elaborado reflejan una factura anual de 160 millones.
En diciembre la Asociación Portuguesa de Sociedades Concesionarias de Autopistas y Puentes con Peaje lamentaba que las rebajas en las ex Scut recogidas en los Presupuestos de 2021 eran “un error”, y advertía: beneficiarían especialmente a los conductores extranjeros, llegados de otros países.
"Se beneficiarán nuestros amigos españoles"
“Quien se va a beneficiar del descuento del 50% son nuestros amigos españoles”, llegó a apuntar el responsable del colectivo refiriéndose a la A-22, en el Algarve. La medida se activa coincidiendo con el inicio de la campaña de verano y durante un período –en condiciones normales– con un intenso flujo de tráfico cruzando la Raia.
El escenario es en cualquier caso diferente al de España, donde se apunta a una aplicación de peajes en las autovías. El Ejecutivo se ha comprometido con Bruselas a preparar a lo largo del próximo año una reforma para aplicar peajes en las autovías. El horizonte para su entrada en vigor: 2024. Desde Transportes aseguran que no hay todavía ninguna propuesta concreta y avanzan que para salir adelante se necesitaría “consenso” y “debate político”. Si se fijara en un céntimo por kilómetro, el viaje entre Vigo y Ourense costaría cerca de un euro.