La Agencia Tributaria optó el pasado año por relajar el calendario de la publicación de la lista con sus principales deudores. Salió el 30 de septiembre, tres meses más tarde para “resolver con todas las garantías los procedimientos establecidos”, velar por “los derechos de los contribuyentes” y “evitar un estigma en la actual situación”. La línea roja para figurar o no en ella es un millón de euros y posiblemente el parón económico tras el duro confinamiento en el arranque de la pandemia hubiera metido en el inventario a no pocos grandes contribuyentes que en condiciones normales no saldrían.
¿Cuántos sí aparecieron finalmente? 3.930, un centenar menos que en la edición anterior, con 14.200 millones de euros pendientes. La nueva actualización del listado de morosos recupera las fechas habituales, sin que los duros efectos del COVID-19 en la actividad se noten demasiado gracias a las moratorias tributarias que el Gobierno impulsó para, precisamente, mitigar el golpe. El número de deudores se situó en 3.869 al cierre del pasado 2020, un 1,6% menos, y los números rojos se redujeron un 1%, hasta los 14.100 millones. También las cifras se mantienen estables entre los particulares y las empresas con residencia o sede en Galicia. Son alrededor de 140 y por encima de 450 millones de euros sin abonar, según los datos divulgados ayer por Hacienda.