La primera gran reforma de las pensiones que negocia el Gobierno, la patronal y los sindicatos encara a partir de este lunes sus horas decisivas. “Es razonable pensar que cerraremos un acuerdo esta semana”, ha afirmado este lunes el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luís Escrivá, un par de horas antes de que comience la reunión clave para cerrar el texto que luego será remitido al Consejo de Ministros. “Tengo las mayores expectativas sobre los encuentros que vamos a celebrar esta semana”, ha insistido.

“Es una reforma extensa y prolija. […] Llevamos ya muchas reuniones, en las que hemos ido aproximando”, ha explicado Escrivá en su ponencia en el Nueva Economía Fórum. Este primer gran bloque incluirá la nueva fórmula de revalorización de las pensiones en función del IPC, así como un sistema de incentivos para alargar la vida laboral y desincentivos para un retiro temprano; entre otros. “Esta reforma está pensada para que dure 25 años, hasta el 2040”, ha añadido.

El espíritu de las políticas que están ultimando el Ejecutivo y los agentes sociales es alargar las carreras profesionales de los españoles, para que estos aporten durante más años al erario público (y así mantener a los actuales pensionistas) y, a su vez, estén menos años dependiendo de los ingresos públicos. “España tiene una de las tasas de actividad entre las personas de entre 55 y 70 años más bajas de la Unión Europea, ha afirmado.

Recuperación "de amplio espectro"

Escrivá también se ha referido a la “buena” evolución del mercado laboral y de la reactivación económoca poscovid "de amplio espectro". El ministro ha avanzado que el mes de junio "está siendo de un mes de gran dinamismo" y que dejará una creación neta de empleo, en términos desestacionalizados, superior a los 200.000 empleos. Lo que permitirá volver a los niveles de ocupación existente en el verano del 2019 y cerrar el año con una tasa de paro "no muy lejos de la que teníamos prepandemia", ha afirmado.

En ese sentido y sobre la reactivación de los trabajadores en ERTE, Escrivá ha afirmado que actualmente 300.000 afectados “están esperando el levantamiento de las actividades para retomar la actividad” y luego hay otros 150.000 trabajadores que probablemente pasarán por “algún tipo de reestructuración” a lo largo de los próximos meses; según ha declarado.  

El responsable de Seguridad Social no ha querido expresar una opinión contundente sobre si es momento ahora o no de subir el salario mínimo interprofesional (SMI), tal como aboga su homóloga de Trabajo, Yolanda Díaz. Sí ha sostenido que “es absolutamente fundamental”, y hay que hacerlo “lo más rápidamente posible”, pues la subida del SMI es uno de los “mecanismos de predistribución de renta más potentes”, ha afirmado. 

No obstante, también ha considerado clave que la subida del salario mínimo lance un mensaje de referencia para la revisión de rentas. “Personalmente creo que la subida del SMI tiene que buscar momentos en los que sean significativas y sustantivas y para eso tenemos margen en los próximos meses”, ha afirmado.