El precio de la luz hoy se moverá alrededor de los 86,6 euros por cada megavatio hora (MWh). Hace un año, en medio de un bajón sin precedentes en el consumo por culpa de la pandemia, rondaba los 38 euros y, de hecho, la media de todo 2020 fue incluso inferior, unos 34 euros, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Energía (Omie). Ni uno ni otro encajan con los valores habituales de la vieja normalidad energética. La cotización del MW superó los 52 euros en 2017, los 57 durante 2018 y cerca de 48 euros en 2019, sin ir más lejos.
¿Qué pasa ahora? Que, como ocurre con la reactivación del comercio, la hostelería o el conjunto de la economía, cualquier comparativa con las magnitudes de los meses más duros de restricciones a la actividad deja incrementos estratosféricos. Pero es que, además del impulso a la demanda especialmente en la industria y los servicios, el elevadísimo coste de los derechos de dióxido de carbono (CO2) que pagan las empresas eléctricas por sus emisiones presiona, y mucho, en la factura. Hasta que el MWh baje de los 45 euros y con un horizonte máximo de momento hasta finales de este año, la luz tendrá IVA reducido.
Al 10%
Pasa de un tipo del 21% al 10% para “atender de forma urgente y aliviar la situación de las familias y del tejido productivo”, según explicó María Jesús Montero, ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, tras la reunión extraordinaria ayer el Moncloa para aprobar la medida. El ahorro estimado en las familias asciende a 857,5 millones de euros, unos 60 millones entre los consumidores gallegos.
El abaratamiento en el recibo se aplica por tipo de clientes. Afecta a todos aquellos que tengan contratada una potencia inferior a los 10 kilovatios (kW), “la práctica totalidad de los hogares”, unos 27,7 millones, según el Ejecutivo y siete de cada diez empresas y negocios. Tanto en la tarifa de Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) como en el mercado libre, en Galicia se sitúan bajo ese umbral casi 1,7 millones de usuarios, el 91% del total. El tipo reducido del 10% se mantendrá todo lo que queda de 2021, aunque el precio medio del MWh descienda de los 45 euros, para 612.000 “consumidores vulnerables severos y el riesgo de exclusión social”, la mitad de los beneficiarios del bono social y que en la comunidad suponen más de 43.000 familias.
A los 6 euros al mes (y 36 euros año) que, según Montero, ahorrarán los hogares con la rebaja del IVA en la factura hay que añadir la caída adicional de entre un 2% y un 3% en los clientes domésticos, el entre 3% y 6% de las pymes y empresas medianas y del 6% para la gran industria por la suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica entre julio y septiembre. Las empresas generadoras pagan un 7% de los ingresos que consiguen por la venta de la electricidad en el mercado mayorista, el pool, y esa cantidad se repercute luego en el recibo del cliente, con un “indeseado incremento del precio”, asegura el Gobierno, a causa de los derechos de emisión de CO2. La tonelada alcanza este mes los 54 euros, el doble que en junio de 2020, “un incremento muy notable, mucho más allá de las previsiones”, aseguró Teresa Ribera. “Esta tensión se está viviendo por igual en toda Europa, con precios muy parecidos a los de España”, remarcó la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, que prevé que los precios aquí sean “más competitivos” que en Francia el próximo 2022 por la penetración de las renovables en el sistema y mejores que los de Alemania en 2030.
"Esta tensión se está viviendo por igual en toda Europa"
Los hogares de Galicia destinaron de media 1.175 euros en 2019 al pago de la electricidad y el gas, según la última edición de la Encuesta de Presupuestos Familiares. Entre la subida de precios y el mayor consumo por la electrificación de la vida diaria, el desembolso se disparó un 42% en comparación con 2006 y 2007.
