Conocí a Alfonso Paz Andrade a mediados de los 80 y, desde entonces, en nuestros diferentes avatares, hemos mantenido una entrañable relación. Mi último contacto con él fue el pasado mes, a raíz de la publicación de un editorial de “Industrias pesqueras”, y me recomendaba leerlo. Se despedía diciendo: “Tenemos que vernos. Unha aperta”. Poco podía imaginar que nunca más podríamos hacerlo. Compartimos muchos años de relación profesional. En la ZUR, el Puerto de Vigo, Zona Franca, la World Fishing Exhibition, el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación y el grupo Rodman. Fueron años en los que pude conocer su personalidad de hombre de empresa, que trasgredía el prototipo de la época y en él encontré un carácter colaborador que nos llevó a una relación más personal. Alfonso era un gran conocedor de los caladeros de pesca en todo el mundo, de las habilidades de nuestras tripulaciones, de la industria naval o de la transformación y comercialización pesquera. Podía discrepar con él, pero siempre me enriquecía escucharlo. No era solo un hombre de teorías, fruto de su gran capacidad intelectual. También lo ví martillo en mano en el año 91 para que la World Fishing fuera un éxito y se celebrara durante muchas ediciones en Vigo. Él también contribuyó a celebrar, en la última edición, la primera cumbre mundial sobre la sostenibilidad pesquera. Un ámbito por el que mostraba gran preocupación, con una visión que lo adelantó a su tiempo muchos años. Y entre sus muchas facetas, al margen de la profesional, era capaz como nadie de sorprendernos con imágenes entrañables, que para él quedaban en la categoría de anéctodas. Como cuando, con la ayuda de su querida Elisabeth, fue capaz de llevar nuestra música a Buckignham Palace y poner el nombre de Vigo en muchos rincones del mundo. Nos quedará para siempre su “sorna”, sus despistes, a veces no pequeños y que a todos nos sacaban siempre una sonrisa, y su defensa de Galicia. También sus conversaciones, y como no, su legado en el mundo pesquero. No puedo más que despedirme de él con una palabra que él mismo usaba muchas veces: “falcatruada”. Sí, ¡Alfonso!, este lunes, determinadas circunstancias te hicieron una falcatruada cerca de “A Capela”.

*Concejala de Economía, Empresa y Seguridad y exministra de Pesca