El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó ayer que los inversores institucionales o cualificados también podían exigir responsabilidades a Bankia por las inexactitudes contenidas en el folleto de información sobre su salida a bolsa en 2011, independientemente de que este estuviera destinado principalmente a los pequeños inversores. Al mismo tiempo, determina que los jueces pueden tomar en consideración si dichos inversores institucionales tenían conocimiento de la situación del banco “en función de sus relaciones con este y al margen del folleto”, lo que en la práctica da a los magistrados margen para distinguir entre grandes empresas que compraron acciones y compañías mucho más pequeñas.