Salvamento Marítimo quiere revolucionar la localización y rescate en aguas españolas y su apuesta es el iSAR, un proyecto con el que buscar crear un “sistema integral de respuesta a emergencias marítimas con tecnologías innovadoras”. El programa, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado marzo y dotado con 19 millones de euros, se centra en la creación de una red integral de comunicación, el uso de sensores y la incorporación de aviones no tripulados, para lo que hará falta la actualización de medios tanto aéreos como marítimos. Para ello, Salvamento ha licitado la ejecución del proyecto y, tras realizar un sondeo del mercado e invitar a las potenciales empresas que podrían llevarlo a cabo, se han aceptado a ocho candidatos. Entre ellos está Armón Vigo. El astillero olívico participa en UTE (unión temporal de empresas) con las tecnológicas Sistem y Ayesa para pujar por el pedido frente a otros siete competidores, entre los que está Navantia y gigantes del sector aéreo o de las telecomunicaciones como son Airbus, Indra o Telefónica.
El proyecto iSAR se perfila como uno de los más importantes realizados por Salvamento Marítimo en materia de I+D. Desde la institución argumentan que es necesario “impulsar de forma sistemática” sus capacidades “para el mejor cumplimiento” de las funciones de búsqueda y rescate y de lucha contra la contaminación, además de hacer frente a otros retos dentro del contexto del cambio climático.
Con la idea posicionarse “como referente internacional en el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías”, Salvamento planteó el proyecto iSAR, que pasa por implementar “tecnologías de última generación” y “soluciones innovadoras” en los medios actuales (centros, barcos, helicópteros y aviones). En concreto, se identificaron tres retos: el desarrollo de un sistema con sensores inteligentes que permita detectar e identificar de día como de noche (y su implementación en barcos y medios aéreos), la creación de un dron volador capaz de operar desde buques y la generación de una red de información con un sistema de conectividad inteligente.
El pedido de 19 millones de euros (sin IVA y cofinanciado con fondos Feder) se enmarca en un contrato de Compra Pública de Tecnología Innovadora, para lo que Salvamento realizó una consulta preliminar del mercado (con 26 entrevistas a diferentes compañías) y supuso la entrada de 74 propuestas de 48 entidades (entre ellas cinco multinacionales), siendo la mitad del sector aeronáutico.
En la última resolución del órgano de contratación, de la semana pasada, Salvamento acordó exclusión y la admisión de ofertas. En el primer caso se encuentran las de Boeing y la UTE de Caesa BG y Honeywell International, por presentar sus propuestas fuera de plazo, y las españolas Embention Sistemas Inteligentes e Integración Tecnológica Empresarial, por no alcanzar los criterios mínimos establecidos. En el primer caso están los ocho planteamientos que pasan ahora a la fase de negociación: Airbus, Babcok, Indra, Telefónica, Navantia, Schiebel, GMV y, por último, la UTE formada por Sistem, Ayesa y Armón Vigo.
Según explicó en una presentación el jefe de Inspección Aérea de Salvamento Marítimo, Néstor Perales, el adjudicatario final tendrá hasta finales de junio de 2023 para ejecutar al completo el proyecto, que en el caso del ámbito de las embarcaciones pasará por la modificación de tres unidades para que incorpore los sensores y puedan utilizar el dron que deberá ser suministrado: dos tipo Salvamar o Guardamar (todavía no se ha decidido) y un remolcador. Las pruebas finales para el proyecto tendrán lugar en aguas de Canarias.
Armón Vigo fue uno de los astilleros que perdió ante Zamakona (del País Vasco) la última licitación de calado desde España, un remolcador de altura por 53,5 millones de euros precisamente para Salvamento. Sin embargo, Grupo Armón es uno de los astilleros de referencia para la institución al haber construido la clase Salvamar y Guardamar.