El expresidente de Nissan-Mitsubishi Carlos Ghosn, fugitivo de la justicia japonesa, debe devolver casi cinco millones de euros en salarios a la compañía porque no tenía un contrato con la alianza automovilística cuando los percibió, dictaminó este jueves la Justicia neerlandesa, que rechazó respaldar su demanda de una indemnización por despido. El propio Ghosn presentó una denuncia ante Países Bajos, donde la empresa tiene formalmente su sede en Ámsterdam, y alegó que la compañía le había destituido injustamente como presidente en 2019 y debía pagarle 15 millones de euros en salarios perdidos e indemnizaciones por prescindir de sus servicios.

Sin embargo, un tribunal de Ámsterdam consideró, tal y como defendía la propia compañía, que no existía un contrato entre las dos partes para respaldar su demanda, un documento para el que aún faltaba el permiso necesario de los consejeros y otros miembros de la junta directiva de la compañía conjunta. “En relación con su despido como director de Nissan-Mitsubishi BV, el exdirector no tiene derecho a una compensación justa, compensación transitoria o atrasos, ya que no ha existido ningún contrato de trabajo entre él y la empresa”, añadió la Corte neerlandesa.

El caso neerlandés es solo uno de muchos que Ghosn tiene abiertos con empresas de la industria automotriz.