Los gallegos continúan replanteándose el espacio en el que quieren vivir y ojean con atención el mercado inmobiliario. La compraventa de viviendas en el primer trimestre de este año ha repuntado un 2,3% respecto al trimestre anterior, hasta las casi 4.700 operaciones. Lo cierto es que los ciudadanos buscan más espacio, lo que se traduce en pisos con terraza y casas con jardín. Sin embargo, en este periodo, la compra de pisos continúa escalando en el mercado gallego, y ya concentra el 80,1% de las transacciones, frente al 19,9% de las viviendas unifamiliares que reducen su cuota.
El dato sorprende, precisamente, porque los compradores buscan más espacio. De lo que se deduce que estas operaciones “están teniendo lugar en la periferia de las ciudades. Cumple con las expectativas de estar en la ciudad y a las afueras a la vez”, apunta el economista Juan Santamaría. En estas zonas es precisamente donde se encuentra la vivienda de nueva construcción, y repunta un 16,4% en el número de transacciones, respecto al trimestre anterior. “La obra nueva se expande a las zonas de la periferia, no hay viviendas unifamiliares nuevas en el centro de las ciudades”, apunta Santamaría contraponiendo esto con la reforma de pisos que prima en los centros urbanos.
Tiene que ver en todo ello el perfil del comprador. El que no tiene acceso a la compraventa se queda, directamente, en el mercado del alquiler. Así es que destacan “las parejas de entre 35 y 50 años”, recuerda José Luis Amigo, gerente de Inmobiliaria Amigo. “Buscan una primera vivienda más grande pero, al final, son pisos en la periferia de la ciudad”, apunta. Entra en juego también el perfil del inversor que adquiere estas viviendas para destinarlas al mercado del alquiler o como segunda residencia, analiza Paloma Regueira, gerente de Intervivienda. “¿Quién puede comprar? El inversor que tiene dinero o los profesionales liberales que tienen algo ahorrado. No quienes viven en el extrarradio”.
En todo caso es la provincia de A Coruña la que encabeza la adquisición de viviendas en Galicia, con 2.254 operaciones, muy por delante de las 1.464 registradas en la provincia de Pontevedra, las 548 de Lugo o las 433 de Ourense. “Cuando la construcción se expansiona es que las perspectivas de crecimiento económico son buenas, si cae la demanda es una situación pesimista”, analiza Santamaría. “Empezamos a tener la perspectiva de que vamos a superar la pandemia”.
Como en toda dinámica de oferta y demanda, aumenta el precio del metro cuadrado en el mercado inmobiliario gallego un 5,6% en el primer trimestre del año, hasta los 1.353 euros. Un indicador que lidera la provincia de Pontevedra, con 1.499 euros por metro cuadrado, un 2,9% más respecto al trimestre anterior.
La gallega es la cuarta comunidad en la que la superficie de estas viviendas es mayor, una media de 108,3 metros cuadrados constatando esa búsqueda de espacios más amplios. “Se están construyendo más viviendas de 3 y 4 dormitorios que antes y menos de un solo dormitorio”, subraya Amigo, en un escenario en el que la obra nueva escasea en la práctica totalidad del mercado gallego. “Nuestras ciudades son de tamaño medio. La problemática de los micropisos se da en grandes ciudades y zonas industriales. No es el caso de Galicia, nuestras ciudades no tienen barrios trabajadores muy extensos”, analiza Santamaría.
Claves destacadas
1 Una distribución muy desigual
De las 4.669 adquisiciones que se efectuaron en Galicia, casi la mitad se concentran en la provincia de A Coruña.
2 Los precios más elevados
El área de Pontevedra muestra el rango de precios más elevado, con una media de 1.499 euros metro cuadrado.
3 Pisos versus viviendas unifamiliares
Continúa escalando la adquisición de pisos, que tiene un peso del 80,1% sobre el total de operaciones realizadas.
