La crisis de los microchips sigue afectando a la industria de la automoción de la ciudad olívica y su área. La dirección de la factoría de Gestamp Vigo y el comité de empresa firmaron ayer un ERTE de 60 días laborales para lo que resta de año para adaptarse a los vaivenes de la demanda por la crisis mundial de los microchips. La empresa complementa el salario hasta el 85% y el ajuste no afecta ni a las pagas extraordinarias ni a las vacaciones. Los responsables de la factoría de Porriño habían planteado inicialmente 100 días naturales.

Por otro lado, la situación sigue siendo delicada en la planta de Stellantis en Balaídos. Ayer la dirección comunicaba a la plantilla un nuevo parón por la falta de este componente clave.

La planta dejó de producir a las 22.00 horas de ayer en los dos sistemas, tal y como estaba previsto, y la dirección avisó de que la suspensión de la actividad podría prolongarse hasta las 22.00 horas de mañana, jueves, lo que se encuentra pendiente de confirmación.

Esta parada se produce con posterioridad a la suspensión de actividad en los tres turnos de los dos sistemas de montaje este domingo y la parada en el turno de mañana del lunes. La planta lleva sufriendo paradas desde principios de año.