Aprender el puesto de trabajo… jugando. Es la forma más natural y amena de enseñar a los niños y por qué no, también a los adultos. Y es la base de una de las últimas aplicaciones desarrolladas en la planta de Vigo de Stellantis (antes Grupo PSA) dentro del catálogo de innovaciones vinculadas al concepto de Fábrica 4.0 con el objetivo de mejorar y acelerar la formación de los nuevos trabajadores de la factoría gallega o de aquellos ya veteranos que han cambiado de puesto. Basada en la experiencia de los videojuegos, los equipos de Ingeniería y Fabricación Montaje, con el apoyo de las direcciones Industrial y de Informática de la multinacional que pilota Carlos Tavares, han creado una herramienta de simulación 3D para formar virtualmente a los empleados. También participa la empresa danesa especializada en programas de simulación Sentio Simulation.
Como en el Super Mario, hay tres niveles de dificultad: fácil, medio y experto. Los trabajadores acumulan horas de entrenamiento y práctica –sin necesidad de que esté presente un monitor– en el puesto que van a realizar antes de incorporarse al mismo, asegurando el estándar de calidad de las operaciones que exige la fábrica en el proceso de fabricación. Es necesario superar cada nivel antes de pasar al siguiente y el empleado recibe una puntuación final con sus resultados. Desde Stellantis recalcan que el programa, que se exportará a otras fábricas del grupo, no sustituye a la formación tradicional, pero sí que la enriquece dándole la oportunidad a los trabajadores de conocer con mucha antelación qué operaciones deberá realizar y en qué tiempo, así como la zona y el entorno de trabajo. La herramienta respeta la cronología real de los procesos de la factoría.
También se pueden crear entrenamientos personalizados en función de las dificultades que tiene cada puesto. En las infografías que acompañan a esta información se puede ver cómo funciona el simulador, en varios pasos. Para el montaje de un componente en la plancha de a bordo de un coche, la aplicación da a elegir al trabajador entre piezas diferentes; una vez seleccionada, éste tiene que ajustar la forma en la que se ensambla y seguir los pasos correctos de montaje. Prueba y error, y repetir. Pero jugando, que según los expertos en educación es la mejor forma de aprender sin un esfuerzo memorístico intenso. Hay que tener en cuenta que las rotaciones de puestos de trabajo en la fábrica viguesa son continuos, y que con este simulador se agiliza el proceso de formación previa.
El uso de simuladores para formación es solo la punta del iceberg de la Fábrica 4.0. Inteligencia artificial, cámaras de visión 3D, vehículos de guiado automático, carretillas autónomas, guantes y gafas inteligentes, robots colaborativos… El futuro de la automoción es ya presente en Balaídos.
