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La estrategia del grupo Alvariño para captar fondos europeos: las TICs y las energías limpias

José Manuel Fernández, presidente del grupo Alvariño José Lores

El llamamiento de Bruselas para dar un giro estructural a la economía del Viejo Continente tras el coronavirus ha supuesto un revulsivo para que las empresas se lanzaran a trazar proyectos innovadores, esperanzadas por ser una de esas candidatas a captar fondos Next Generation EU. El vigués grupo Alvariño hace su particular apuesta con iniciativas que pivotan en movilidad sostenible y energía verde como parte de su giro hacia un nuevo modelo: “pretendemos diversificar en aspectos fundamentales para mí, en TICs y renovables. Dentro de las energías limpias me vuelco totalmente con la fotovoltaica”, subraya el presidente de la corporación viguesa, José Manuel Fernández.

De entre las cinco iniciativas que se han gestado en el seno de esta firma que ya sopló las 75 velas, tres han sido presentadas ya a las convocatorias de manifestaciones de interés del Gobierno en sus respectivas áreas, es decir, el paso previo para poder optar a los fondos. Todas ellas están pilotadas por las cuatro principales empresas del grupo. Una se centra en los Pueblos Sostenibles y ha sido inscrita en la convocatoria de proyectos para comunidades energéticas. Otra, una red de electrolineras se apunta entre las iniciativas de energías renovables, y el tercer proyecto, que se articula como una plataforma de movilidad sostenible, es candidato dentro de la convocatoria del Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital.

A estas iniciativas cabe sumar otras dos adicionales, una pretende dar alas a un Centro Tecnológico de Energías Renovables de Galicia. La otra, que para el directivo es la punta de lanza de las propuestas del grupo, consiste en una plataforma de comercio electrónico que funciona como una solución llave en mano. Se centra en pymes que necesitan conectar la gestión de tienda y almacén, la logística y la distribución para optimizar la respuesta a la demanda online. “Es un proyecto modular para que el pequeño comercio pueda poner productos en el mercado europeo con un solo botón”, apunta Fernández. Una idea, apuntalada por Galvintec –empresa dentro del grupo–, que trata de salvar las dificultades que entraña el salto a la venta por internet para todas esas pymes que, a menudo, se quedan a medio camino de la transición. La herramienta está preconfigurada para operar con los principales marketplaces europeos, facilitándo todo el proceso. “Buscamos aportar competitividad al comercio gallego”, incide el presidente del grupo.

Otro de los proyectos aspirantes a captar fondos europeos con gran potencial, apunta Fernández, consiste en una plataforma de movilidad sostenible y compartida. Capitaneado por la compañía del grupo Demesix, y con la perspectiva de las smart cities como base de la propuesta, la plataforma quiere mejorar la movilidad de los ciudadanos, especialmente el transporte de zonas perirubanas y rurales. El servicio, bajo demanda, se sirve de algoritmos de planificación y optimización de rutas en función de tramos horarios, recogidas, destinos y de los requisitos de los vehículos de los operadores. “Aprovechamos la red de transporte para proveer de 24 horas de movilidad en el mundo rural utilizando las sinergias entre taxis y autobuses”, explica Fernández.

Se ancla en el escenario rural también la propuesta de Pueblos Sostenibles, que aboga por la transformación de una o varias localidades, de hasta 5.000 habitantes, que serán totalmente abastecidas con energías renovables. Un proyecto, pilotado por las firmas del grupo Voltfer y Gallaecia Solar, que se apoya en placas solares y sistemas de almacenamiento energético de gran acumulación. “Tenemos que fijarnos en el rural. Es importante que cuente con buenas comunicaciones, con internet y corriente continua”, apunta el directivo de grupo Alvariño.

La iniciativa aglutina hasta 4 proyectos en Galicia con una potencia fotovoltaica de 4 MW, capacidad de almacenamiento de 8 MWh, regulación de frecuencia primaria, participación en el mercado mayorista de electricidad y un sistema de back up y arranque en caso de desconexión de la red o apagón.

La movilidad

Para no perder el tren de la movilidad sostenible, el grupo Alvariño impulsa un proyecto que pretende desarrollar una red de carga para vehículos eléctricos y de hidrógeno en Galicia. La propuesta, liderada por Voltfer y Gallaecia Solar, incluye el desarrollo de convenios de colaboración con empresas de estaciones de servicio, sacando ventaja de su implantación para establecer puntos de recarga. “Quiero que Galicia se adelante creando una red de hidrogeneras que produzcan este combustible en pequeñas cantidades”, argumenta Fernández, “todos ellos, son proyectos pequeños pero singulares”. La iniciativa contempla puntos de producción de electricidad y de hidrógeno in situ, que se generaría a partir de pequeñas plantas fotovoltaicas, un electrolizador para realizar la conversión a hidrógeno verde y baterías para el almacenamiento de la energía.

Y el quinto proyecto es un Centro Tecnológico de Energías Renovables que, apoyado en el potencial gallego en generación renovable, se centraría en desarrollar investigación aplicada en las diferentes fuentes de energía limpia, en eficiencia energética y en desarrollo del vehículo eléctrico y redes inteligentes. Su propósito pasa, además, por atraer inversión al tejido empresarial gallego y poner en marcha proyectos de I+D+i ligados al hidrógeno verde. Una institución que, por otra parte, estimularía el flujo entre administración, empresas y estructura de investigación.

La de los fondos europeos es una carrera feroz entre titanes y pequeñas empresas. Pero Fernández pone en valor la agilidad del compañías como el grupo Alvariño y saca pecho de que en España no existe una plataforma de comercio electrónico como la que la compañía presenta como candidata. “Yo cumplo con mi misión de empresario responsable que quiere que Galicia siga para arriba. Somos una empresa pequeña pero tenemos muchos años detrás”, incide Fernández.

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