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El bum del comercio online da oxígeno a la automoción con el renting de furgonetas

Un repartidor recoge los pedidos del interior de una furgoneta. FERRAN NADEU

Pontevedra concentra casi la mitad de clientes de la comunidad por su tejido industrial | La penetración de autónomos en el parque es superior a la media gallega, casi un 30%

El repunte que, con la pandemia, ha experimentado el comercio electrónico tiene un impacto directo tanto en el sector del reparto, como en los vehículos que a tal menester sirven. Cada día, especialmente, por las mañanas, puede apreciarse como las arterias del centro de las ciudades se llenan de furgonetas de transporte de última milla. Hacen el puerta a puerta para dar respuesta a las compras por internet, sean estas de alimentación, de moda, de muebles o de lo que sea. Muy a menudo, en doble fila, furgonetas y furgones aguardan la distribución de pedidos. De esta manera, el auge del reparto a domicilio ha redundado en un incremento de la demanda de los vehículos industriales bajo la fórmula de alquiler flexible. Los datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos apuntan que Galicia ha registrado un aumento del 11,2% en el número de clientes en marzo respecto a hace un año, hasta los 7.920. Lo que se suma a repunte del 9% en el alquiler de vehículos en la comunidad, según fuentes del sector.

A raíz de tal fenómeno, la demanda de furgonetas pequeñas y medianas se ha disparado exponencialmente, explican fuentes del sector de alquiler de vehículos. “Ha llegado a multiplicarse por cuatro o por cinco”, señalan las mismas fuentes. “En el ámbito urbano, muchos de los autónomos que llegan al renting lo hacen para atender a la demanda que genera el reparto domiciliario. Es una tendencia significativa”, coincide el presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos, José Martín Castro. Pese a la oportunidad de negocio, no todas las compañías especializadas en alquiler industrial quieren meterse en este terreno “porque te devuelven los furgones deshechos, tanto de kilometraje como el trato que le dan”, apuntan. “Para nosotros no es un segmento rentable”; explica Eloy Díaz, gerente de Alquiber en Galicia.

Muchos autónomos recurren al renting por el reparto de paquetes a domicilio

Parte de la demanda de vehículos industriales la canalizan pequeñas sociedades con una treintena de empleados y, otra gran parte, repartidores autónomos a los que recurren las empresas de distribución de pedidos en picos de trabajo. Cada vez hay más de este último tipo, aseguran desde el sector. La fórmula de alquiler flexible ha vivido su particular crecimiento con la pandemia. El margen de maniobra que confiere un compromiso mensual y no a largo plazo permite al cliente hacer frente a la incertidumbre del negocio. “La demanda del modelo de alquiler de vehículo industrial se recuperó, pero no a niveles prepandemia”, afirma Díaz.

Son profesionales de la construcción, como instaladores de calefacción o mantenimiento industrial los que más contratan este servicio. También administraciones públicas. En el caso de Alquiber priman los profesionales del sector eléctrico y el forestal. “No percibimos una caída en ninguno de estos segmentos”, apunta Díaz.

El efecto tractor pontevedrés

La fórmula del alquiler de vehículos industriales tiene un peso especial en Pontevedra respecto al resto de provincias gallegas. El número de clientes de alquiler de vehículos industriales en el territorio pontevedrés creció un 11,2% hasta marzo respecto al año anterior, hasta los 3.886, que suponen casi la mitad de los 7.920 que cuenta la comunidad. “La penetración que autónomos y particulares tienen en el total del parque de esta provincia es del 29,55% mientras que, en Galicia, este tipo de clientes suponen el 21,85% del total del parque de renting”, subraya el presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos, José Martín Castro, que pone de relieve el efecto del tejido industrial de la provincia.

En marzo, tanto en Galicia como en Pontevedra, la mayoría de clientes son pequeñas empresas con una flota de entre uno o cuatro furgonetas, hasta 3.558 clientes y 6.063 vehículos en el primero de los casos y 1.463 clientes y 2.481 vehículos en el caso de la provincia pontevedresa. La tendencia general, según sugiere Castro, es que las empresas grandes han tocado techo en el número de vehículos y toman el relevo los segmentos más pequeños.

“El número de clientes del renting está creciendo a pesar de la crisis”, resuelve Castro. El 22% de los vehículos se corresponden con furgonetas y furgones, matiza Castro. Y aprovecha para advertir de un cambio de tendencia: si antes el crecimiento del alquiler de vehículos industriales se ubicaba en las grandes ciudades, ahora el mayor repunte se produce a nivel provincial.

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