La decisión de la cadena de alimentación Lidl de rescindir el contrato fue la puntilla para Isidro 1952 (antigua Isidro de la Cal). La práctica totalidad de sus ventas estaban concentradas en este único cliente, al que la pesquera tenía capacidad de suministrar 220.000 bandejas semanales de pescado, o hasta 100.000 de sushi. Por eso las marcas de la compañía han sido valoradas en cero euros por la administración concursal, aunque en el primer balance del grupo tras su reestructuración (2017) se le había concedido a este activo un valor neto contable de 3,3 millones. Las marcas –Apetitosos, Isidro 1952, SpecialSushi y SushiLunch– no han sido lo que ha llamado la atención de la industria, que ha analizado al detalle el plan de liquidación con ánimo de aprovechar la oportunidad de ganar capacidad a un precio razonable.
Lo que ha generado verdadero interés en el sector han sido las existencias acuícolas, la fábrica de elaborados y el frigorífico. Las tres mayores pesqueras de España –Nueva Pescanova, Grupo Profand e Iberconsa– valoraron o materializaron la presentación de ofertas. Pero será la también viguesa Worldwide Fishing Company (Wofco) la que tiene todas las papeletas para quedarse con la planta, ubicada en Cambre. Ha puesto sobre la mesa seis millones de euros; fuentes próximas a las negociaciones dan por hecho que nadie elevará la puja.
Wofco se ha convertido en menos de un lustro en uno de los players más relevantes del sector, con una facturación de más de 106 millones de euros (en 2019). La unidad productiva que adquirirá, salvo sorpresa, comprende instalaciones de elaborados y de logística de frío, ambas en el mismo edificio. La primera fue valorada en 5,4 millones de euros por un informe de Tinsa, que otorgó otros 880.800 euros a la maquinaria o utillaje. Cuenta con cargas en favor de Banco Pastor (hoy Santander), Xesgalicia y la mercantil Comercial de Cultivos Piscícolas de Galicia, aunque no tienen consideración de créditos con privilegio especial. La planta de elaboración de pescado convive con la primera.
“La nave no se integra inicialmente en esta unidad productiva a efectos de enajenación [en referencia al frigorífico], si bien el hecho de que la actividad se desarrolla allí condicionará la forma en que se lleven a cabo las ventas[...] pero siendo imprescindible la adquisición conjunta y coordinada de ambas”, dice textualmente el plan de liquidación. En este segundo caso, el valor de tasación otorgado ascendió a 8,53 millones de euros, con contratos de leasing en favor de Banco Santander o Bankia.
Más interesados
La oferta de Wofco ha dejado atrás la de Profand, que había remitido una propuesta de algo más de cinco millones de euros. Congalsa (interproveedora de Mercadona, con sede en A Pobra) y Frigoríficos Botana (A Coruña) también figuraban en la terna de aspirantes a estas instalaciones. Es previsible que el juzgado valide la oferta de la pesquera viguesa en los próximos días, si el resto de las interesadas no formaliza una propuesta que rebase la de Wofco en, al menos, un 5% del valor. La administración concursal llegó a sopesar el alquiler de la fábrica, “ya sea total o parcialmente, a cualquier interesado que permita ofrecer garantías de solvencia en el cumplimiento de sus obligaciones”. El objetivo, “lograr el máximo rendimiento de los activos que conforman la masa activa del concurso y que redunde en beneficio de sus acreedores”, en tanto no se produjera el traspaso final de las instalaciones.
El paso adelante de Wofco es prácticamente coetáneo al proyecto que ha anunciado para Paraguay, de una planta de procesado de langostino con una inversión de hasta 10 millones de euros. La infraestructura se localizará en Puerto Fenix (Asunción), que cuenta con una terminal multimodal y un centro logístico de más de 70.000 metros cuadrados en zona primaria aduanera. Se edificará en un terreno de unos 5.000 metros cuadrados, en los que Wofco aspira a alcanzar una producción de unas 10.000 toneladas anuales.
