El naval gallego sigue recibiendo oxígeno poco a poco. El sector se empieza a mover de nuevo tras la parada en seco del pasado año y los contratos de nueva construcción como los cerrados en Nodosa (una draga) o Freire (dos oceanográficos, el último esta semana para EE UU) empiezan a llegar. También para aquellas atarazanas de menor tamaño. Si a principios de mes Aister cerraba un contrato para Francia por 1,2 millones, ahora es el turno de uno de sus vecinos en Moaña. Industrias Navales A Xunqueira (INAX) acaba de cerrar un pedido de la firma marinense Trames para la fabricación de un barco tipo catamarán para trabajos offshore por cerca de 2 millones de euros.
La unidad encargada fue diseñada por la oficina de ingeniería viguesa F. Carceller. Tendrá 25 metros de eslora por 9 de manga y según explican desde Trames estará equipado con una grúa potente, cabrestantes de gran capacidad y alza bobinas. Y es que la intención de la firma, que ya cuenta con otros barcos similares, es el despliegue del catamarán principalmente en Canarias, donde llevará a cabo labores de asistencia para proyectos de eólica marina, facilitando entre otras cosas la instalación de cables submarinos.
Bajo el nombre de Nuevo Trames, el barco podrá alojar a una dotación de seis personas divididas en tres camarotes dentro de la superestructura. El inicio de la construcción será inmediato y la firma cuenta con poder disponer del catamarán en este verano, cuando está previsto que se realicen las pruebas de mar. Desde Trames explican que la unidad también operará en Galicia desde su base de Marín, ya que la empresa realiza todo tipo de trabajos submarinos (con emisarios), balizamiento de playas (en varios concellos) o fondeo de estructuras.
Contratos
El catamarán es el primer pedido de nueva construcción para Xunqueira después de ser subcontratado el pasado año por Armón Vigo para la construcción de uno de los pesqueros del megapedido de Nueva Pescanova. En cuanto a barcos de trabajo es el segundo tras la fabricación de la Antora, una gabarra de 25,5 metros de eslora para Tarragona entregada en el verano de 2018.
Además, el pedido supone también sumar carga de trabajo en un momento de baja actividad también al otro lado de la ría, con proyectos aún por empezar o en fase de remate tanto en Armón como en Freire. INAX es cliente habitual de los grandes astilleros de la ría, para los que realiza bloques.
