Con el eco aún del anuncio de las casi 8.300 salidas en Caixabank para aligerar la integración de Bankia, el BBVA trasladó ayer a los representantes de sus trabajadores su intención de realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 3.798 personas en España y el cierre de 530 oficinas (el 22% del total: de 2.350 a 1.820). El ajuste está por encima de las en torno a 3.000 salidas que preveían algunos analistas y afecta al 16% de los 23.330 empleados sobre los que se aplica.
El grupo tiene 29.330 trabajadores en el país, pero están excluidos los en torno a 6.000 de sociedades que son orgánicamente independientes como la aseguradora, la gestora de activos o el call center. Se trata de una primera propuesta y lo habitual es que el banco la reduzca durante las negociaciones con los sindicatos en las próximas semanas.
21% de la red
El recorte afectaría a 3.025 empleados de la red de sucursales (un 21% del total) y a 773 de los oficinas centrales: 360 en el centro corporativo, 258 en los servicios centrales de la filial española y 155 en trabajadores que dependen de dichos servicios pero están en las direcciones territoriales.
Solo de la red, el ERE recoge la salida de 111 trabajadores de los alrededor de 840 que BBVA tiene en Galicia. Concretamente, 66 de la provincia de A Coruña, 9 de Lugo, 10 de Ourense y 26 de Pontevedra. A ese número habría que añadir los que correspondan a los servicios de apoyo a la territorial desde A Coruña dentro de los 155 previstos en todo el país en esta área.
Territorial Noroeste
En cuanto a las sucursales, la mayor cantidad de cierres tendría lugar en Cataluña (204, hasta las 374), por delante de la zona centro (101 en Madrid y Castilla La Mancha, hasta las 280), la sur (76 en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, hasta las 299), noroeste (59 en Galicia, Asturias y Castilla y León, hasta las 271), norte (41 en Euskadi, Cantabria, Navarra, La Rioja y Aragón, hasta las 214), este (35 en Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia, hasta las 284) y Canarias (14, hasta las 98).
Los sindicatos amenazaron ayer al banco con “movilizaciones” de protesta por el “planteamiento insostenible y escandaloso”. En Galicia defienden que el personal está ya “muy ajustado”.
Escrivá recuerda al sector las ayudas públicas que recibió
La vicepresidenta segunda y ministra de Economía afeó a las entidades financieras los “inaceptables” salarios y bonus de sus cúpulas en medio de otro durísimo ajuste del sector, coincidiendo con el anuncio de Caixabank del mayor ERE de la historia de la banca (8.291 trabajadores). De hecho, Nadia Calviño instó ayer al Banco de España a controlar esas retribuciones. También el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se unió a los reproches tras conocerse la cifra de salidas del ERE de BBVA. A ambos grupos y todos los que piensan en reestructuraciones de plantilla, José Luis Escrivá les reclamó que tengan en cuenta las ayudas públicas que recibieron en estos últimos años por la crisis financiera. “Los dirigentes de las instituciones financieras deben ser conscientes de hasta qué punto se ha protegido al sector para evitar males mayores, y en esta situación esa reflexión me parece particularmente relevante (...) Esa reflexión debería inspirar cualquier decisión empresarial”, reclamó.