La jubilación anticipada voluntaria es uno de los elementos más polémicos del primer paquete de la reforma de las pensiones que prepara el Gobierno. El Congreso recomendó al Ejecutivo acercar la edad efectiva a la que se jubilan los españoles, que actualmente es de 64,6 años, a la edad legal ordinaria para hacerlo, que es de 66 y 65 años en 2021 según los años cotizados. El ministro José Luis Escrivá ha propuesto reformar la jubilación anticipada modificando los coeficientes reductores, de manera que se endurece en algunos supuestos, sobre todo en los casos de los retiros más tempranos, y se facilita en otros respecto al modelo actual.
La filosofía de la reforma es conseguir que los ciudadanos que quieren jubilarse anticipadamente de forma voluntaria –algo que puede hacerse dos años antes de la edad legal- retrasen esa decisión uno o dos meses. Para ello se cambia el sistema de penalizaciones: el actual es trimestral, y el propuesto será mensual, para dar más flexibilidad al ciudadano a la hora de elegir el momento exacto de retiro temprano. Los porcentajes de recorte se modifican para que sea más duro jubilarse 24 o 23 meses antes de la edad legal, pero menos duro a partir del mes 22, aunque también depende de los años cotizados (como muestra el gráfico adjunto).
Escrivá destacó que se persiguen dos objetivos: “incentivar la permanencia en el empleo y eliminar los elementos regresivos que tiene el sistema actual”. Además destacó que “en la mayoría de los casos, estos coeficientes suponen una menor penalización que ahora, especialmente para las carreras laborales más largas”. Escrivá indicó que el sistema planteado mejora “la equidad”, ya que los coeficientes se aplicarán sobre la cuantía de la pensión, lo que hará que tengan los mismos efectos para todos, algo que actualmente no sucede, en el caso de los trabajadores que cotizan por la base máxima. Por lo tanto se endurecen las penalizaciones a quienes más ganan.
Equiparar los coeficientes
La equiparación de los coeficientes reductores para la jubilación anticipada voluntaria para las pensiones por encima de las máximas se hará de forma progresiva y en un periodo de seis años para no perjudicar las decisiones de quienes están en los últimos años de su vida laboral. Además, en ese aspecto, el ministro de Inclusión indicó que se mejorará la regulación en el caso de las personas procedentes del desempleo, ya que se aplicarán los coeficientes reductores por causa no imputable al trabajador para los supuestos en los que quien se jubila anticipadamente de forma voluntaria esté percibiendo el subsidio de desempleo desde hace un mínimo de tres meses.
Escrivá también indicó que se revisarán los coeficientes reductores de jubilación anticipada involuntaria en línea con los de la voluntaria, de forma que también pasarían a ser mensuales, menores en la mayoría de los casos y con un mejor tratamiento para las carreras de cotización más extensas.