Barreras se queda sin tiempo: este es plazo que le queda para convencer a la SEPI

Un pescador recreativo, frente al varadero vacío de Hijos de J. Barreras.

Un pescador recreativo, frente al varadero vacío de Hijos de J. Barreras. / Alba Villar

Lara Graña

Lara Graña

Vigo

El Gobierno federal de Pomerania-Mecklemburgo, länder alemán que colinda con la frontera de Polonia, pretende evitar a toda costa el cierre del astillero MV Werften. Está dispuesto a allanar la concesión de ayudas por 400 millones de euros, que supondrían la nacionalización de facto de la compañía. Es propiedad de un holding asiático, sin experiencia previa en la construcción naval, y con un enorme portfolio de cruceros, casinos y complejos residenciales de lujo. Werften ha sido asistido tres veces por la administración teutona.

El desembolso más cuantioso fue del fondo de estabilización económica (Wirtschaftsstabilisierungsfonds, WSF), que le inyectó 193 millones en octubre para facilitar la terminación de un crucero de ultralujo, el Crystal Endeavor, y garantizar su actividad hasta el pasado marzo. Tiene otro gran buque en cartera, y el mandato de Berlín de construir otros seis. No ha sido el único: German Naval Yards Kiel, Royal IHC, Damen, Royal Huisman o Thecla también recibieron soporte público antiCOVID. Hijos de J. Barreras, la única atarazana española que ha optado por esta vía para blindar su viabilidad, tiene menos de dos meses para conseguir desbloquear los casi 40 millones que pide. No tiene actividad en Vigo, y su único pedido en cartera se rematará en Santander.

La solicitud del astillero, sin actividad en Vigo y con el crucero en Santander, decaerá en junio si no recibe respuesta formal | La Xunta no liberará sus 8 millones sin el “OK” de Madrid

La compañía, propiedad de Cruise Yacht OpCo (que explota la marca comercial The Ritz-Carlton Yacht Collection), solicitó 30 millones en préstamos al Estado, al programa de ayudas a empresas estratégicas que gestiona la SEPI. En paralelo, pidió otros 8 millones a la Xunta, en forma de un préstamo participativo. El Real Decreto 25/2020, que articula el fondo de solvencia, establece que “el plazo máximo para dictar y notificar la resolución al interesado será de seis meses desde la fecha de formalización de la solicitud completa [...] En caso de no dictarse y notificarse la resolución en el plazo establecido, la solicitud se entenderá desestimada por silencio administrativo”.

Según fuentes conocedoras de la operación, el SOS de Barreras se envió a mediados de diciembre. Le quedan unos 50 días para convencer a las instituciones de que su plan de negocio es creíble y viable. Preguntadas a este respecto, y por si existe “temor” en la empresa de que la solicitud decaiga por silencio administrativo, fuentes oficiales del astillero apuntaron que “se sigue trabajando estrechamente con las administraciones”. Sin más detalle. La Xunta no desbloqueará su aportación en solitario; si la SEPI no la aprueba, Xesgalicia no pondrá dinero sobre la mesa.

Las cifras

En la documentación remitida, Hijos de J. Barreras especificó los fondos que necesitaba, y un cuadro con fuentes de financiación para obtenerlos. El primer capítulo ascendía a 72 millones de euros, e incluyen tanto el impacto del COVID en su balance como las necesidades para la culminación del Evrima y el pago de deudas con proveedores del proyecto Havila y Armas. En sus cuentas anuales, expuso que la pandemia supuso “un atraso importante en el cierre del marco de reestructuración, lo cual tuvo un efecto adverso en los tiempos de reactivación de las operaciones para la remediación del buque Evrima”. “Generó complicaciones y retrasos que suponen un incremento de costes de 9,7 millones de euros”. Los pagos a saldar con auxiliares ascienden, de acuerdo a la misma solicitud, a 15,5 millones.

En el apartado de fuentes de financiación, incluyó otras tres. Primero, la propia propietaria del astillero, con 33,5 millones de euros. “Con fecha 20 de noviembre de 2020 se formalizó un memorandum entre la sociedad [Barreras] y Cruise Yacht 1 [dueña del barco] en el que se establece la posibilidad de incrementar el precio de venta en 33,5 millones de euros, sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones”, sin determinar cuáles. El resto saldrían de “agencias estatales y regionales”, y un importe final y pequeño a cargo del Real Decreto (ya activo, de primas al sector).

Presupuestado en 240 millones de dólares en 2017, hace un año el precio del contrato se incrementó en 80,025 millones, “que incluye el importe máximo de penalizaciones de 16.525.000 euros”, concretan, también, las cuentas anuales. Ya con Cruise Yacht al frente del astillero, “se concluyó por parte del nuevo equipo directivo una revisión actualizada de la valoración de los costes pendientes de incurrir para la construcción C-1705 (Evrima), en la que se han puesto de manifiesto la existencia de desviaciones adicionales respecto a las estimaciones previas de 49 millones de euros, consecuencia de disponer de más información y más experiencia en la construcción de este tipo de embarcaciones y del impacto del COVID”. El coste de producción del buque ha alcanzado los 465 millones.

Un pescador recreativo, frente al varaderovacío de Hijos de J. Barreras.   | // ALBA VILLAR

El “Evrima”, en Astander. / EG

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El Evrima permanece amarrado, de su costado de babor, al muelle de Astander. No se ha movido de allí desde las 19:30 horas del 19 de marzo, como confirman la Autoridad Portuaria de Santander. Tampoco se ha trabajado a bordo, más allá de tareas de mantenimiento. Y seguirá en esta misma ubicación un mes más. El crucero de ultralujo, que se desplazó oficialmente a este astillero para realizar tareas de pintura, ha comunicado un fin de escala en el muelle para el 15 de mayo. Astander, como desveló FARO y constató este miércoles Barreras a auxiliares, culminará el barco.

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