Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La pandemia eleva a 109.000 los hogares gallegos con grandes dificultades para llegar a fin de mes

Una empleada de un supermercado

La pandemia afecta de forma desigual a las familias gallegas. Los ERTEs, los cierres sectoriales para contener el avance del coronavirus y el desempleo dejan un escenario yermo en términos económicos y afecta al bolsillo de los consumidores. Hasta el 10% de los hogares gallegos afirma que se encuentra con muchas dificultades para llegar a final de mes en el primer trimestre del 2021, duplicando los niveles del mismo periodo del año anterior.

El impacto del coronavirus deja a 108.900 hogares con grandes aprietos para llegar a final de mes, según se extrae de la Encuesta Coyuntural de Hogares con datos del primer trimestre del 2021, publicada por el Instituto Galego de Estatística (IGE). A ello se suma que otro 47% de las familias asegura llegar a fin de mes con cierta dificultad en el territorio gallego, un aumento de seis puntos porcentuales en términos interanuales. En cualquier caso, los hogares que llegan a final de mes con facilidad ya son menos de la mitad, rondan el 43%.

En paralelo, entre enero y marzo del presente ejercicio, la tasa de ahorro marcó su valor más alto por la pandemia. La tercera ola del coronavirus propició que un ahorro récord en Galicia. Tras la inyección de 2.332 millones de los últimos meses, creció en unos 6.000 millones de euros desde marzo del pasado año, como avanzó FARO.

Las economías más vulnerables son, todavía, las más reticentes al gasto. El índice de confianza del consumidor de las rentas más bajas se desploma hasta tocar niveles similares a los registrados en los años posteriores a la crisis del 2008. Los hogares con ingresos inferiores a los 600 euros mensuales muestran un nivel de confianza que desciende hasta los 60 puntos negativos. Este índice varía entre 100 y -100 puntos, y 0 es el punto neutral, por lo que los valores positivos del indicador muestran optimismo y los valores negativos indican el pesimismo de los consumidores gallego.

El COVID deja otra caída en los hogares con ingresos de entre 600 y 1.000 euros mensuales, de 46 puntos negativos. Mientas, la brecha se agranda con las rentas más altas, cuyo índice de confianza se sitúa entre los 23 y los 16 puntos negativos y muestran recortes más pequeños en comparación con los años previos a la pandemia. “La capacidad de gasto y la renta disponible ha bajado por el desempleo y, por tanto, aumenta la posibilidad de aproximarse el nivel de vulnerabilidad”, explica Jorge Gurriagán, economista y ex profesor de la Universidade de Vigo, el alza en el número de familias cuya renta se aproxima a la supervivencia.

Y pese a que la pandemia haya redundado en una contención del gasto y un alza en los niveles de ahorro de los ciudadanos, la perspectiva económica redunda en que “quien tiene para consumos básicos ha reducido el consumo de bienes no necesarios. Prefiere tener el dinero en la mano por si surgieran eventualidades”, razona Gurriagán. De hecho, casi el 35% de los hogares tienen pensado ahorrar en los próximos tres meses, según los datos del IGE y el 41% no se permitió ningún gasto extra en los últimos tres meses. Además, los trabajadores en ERTE han visto mermado su poder adquisitivo y ante la incertidumbre contienen el gasto. “Optan por ver asegurada su capacidad adquisitiva para los próximos cuatro meses en lugar de comprar”.

La clave: contener el gasto

Según refleja la encuesta del IGE, los gallegos son pesimistas en lo que respecta a las perspectivas de recuperación del empleo. Este indicador fue el que registró la mayor bajada, 8 puntos por debajo del trimestre anterior, seguido por la situación financiera, cuya percepción disminuyó 2,3 puntos.

Así es que las familias gallegas se las ingenian para aumentar su tesorería. Fórmulas como cambiar los hábitos de compra para escoger las marcas blancas o productos en oferta, ya se han convertido en un habitual para el 10,4% de los consumidores gallegos, siguiendo la tendencia registrada tras la crisis del 2008. Un 10,3% de los hogares gallegos contrajo sus gastos comunes como ropa o calzado pero no en alimentación.

Compartir el artículo

stats