Astilleros San Enrique se encuentra en negociaciones para 37 proyectos de nueva construcción y reparación por un valor global de 240 millones de euros. Todo ello, con la concesión todavía en el airea ante la inminente resolución por parte del tribunal de conflictos de jurisdicción, que determinará de forma inminente si el astillero mantiene o no la salida al mar. “Es un hándicap”, reconoció ayer en Vigo el veterano empresario José Alberto Barreras, que acudió a la ciudad para cerrar la compra de la ex-Vulcano con el último pago, ante notario, de 1,6 millones de euros.
El presidente del grupo Argos, en el que figura la división naval Marina Meridional, prevé que alguno de los proyectos salga adelante. “Alguno cuajará”, indicó ante los medios esta mañana en las oficinas de la atarazana.
Según pudo saber FARO, uno de ellos es una importante reparación en un buque supply de 108 metros de eslora, ahora en Huelva, (aunque no en el astillero que el grupo tiene en la zona).
Barreras, acompañado de los directores de Marina Meridional y del astillero (Juan Moreno y José María Soriano, respectivamente), insistió en que su intención es la de crecer en Vigo. Por ello, explicó que siguen pendientes de la resolución de la justicia sobre la concesión, vigente si nada cambia hasta 2027. “Mientras no esté eso resuelto, hay mucha reticencia por parte de la clientela para traer trabajo”, recalcó. Además, adelantó que prevé incluso ampliarla, con la construcción de un nuevo dique seco.
Sobre el proceso de La Naval, de Sestao, que remató con la venta de las instalaciones al grupo VGP por 36 millones (para convertir los terrenos en un polo logístico), Barreras anunció que la próxima semana recurrirán la decisión. “Apelaremos porque entendemos que hubo muchos errores por parte del administrador concursal; éramos el único grupo naval que se presentó, tenemos mucha base para apelar y creemos que el juzgado tendrá comprensión”, indicó. Su propuesta junto a Cobra (del grupo ACS) fue de 23 millones de euros.
Antes de recibir a la prensa, los responsables de Argos se reunieron con los sindicatros. UGT, que presidía el comité de Vulcano, pidió a las Administraciones que “dejen de poner palos en las ruedas” y para poider “dotar de actividad a las instalaciones”.
