Dentro de un proceso de liquidación, los administradores pueden optar por dos vías. La primera es la denominada vía simple, que comprende la enajenación de todos sus activos por separado (edificios, maquinaria, mobiliario, existencias...) al mejor postor. La segunda es a través de la transmisión de la unidad productiva, con todos aquellos elementos capaces de constituir un negocio autónomo (trabajadores, fábricas, locales, licencias o contratos).
El fin es el mismo, hacer líquido el patrimonio de una compañía para abonar, en la medida de lo posible, las deudas reconocidas a los acreedores. La venta de la unidad productiva es el camino por el que ha optado la administración concursal de Pili Carrera para dar una segunda vida a la textil, por ejemplo, y el que llevó a cabo la de la desaparecida Factorías Vulcano, que este martes ingresará los 2,5 millones pendientes de pago por el astillero. La conservera Thenaisie Provoté seguirá el mismo camino si, antes del 8 de abril, recibe una oferta por al menos 3 millones de euros, que incluiría todas sus instalaciones y maquinaria. Si esa propuesta no llega, las fábricas de Mos y O Grove se venderán por separado. Hay interesados en adquirir la primera, como publicó este periódico; por las dos, y debido a la “no plena compatibilidad” de ambas factorías, no.
El juez Manuel Marquina ha aprobado el plan de liquidación, diseñado por el administrador Arturo Villanueva, de Abac Concursal.Y ha rechazado las alegaciones planteadas tanto por el comité de empresa como por parte de Abanca. En el primer caso, solicitaban que las empresas interesadas se subrogasen los 140 contratos, y “hacer un esfuerzo para mantener todos los puestos de trabajo”. “Aunque la conservación del mayor número de puestos de trabajo ha de ser siempre una de las reglas que conduzca la actuación de la administración concursal durante el concurso, y no solo dentro de la fase de liquidación –dictó el magistrado–, ello no puede convertirse en un requisito sine qua non de las operaciones, puesto que, de ser así, las mismas serían inviables en la mayoría de los casos.
No puede obligarse a un liquidador a introducir esa cláusula. Ahora bien, la hoja de ruta de Villanueva ya prioriza el mantenimiento del mayor número de trabajadores posible. “El objetivo prioritario de esta liquidación es la realización unitaria de ambas unidades productivas en una sola, a fin de que haya una continuidad en el negocio que permitan mantener la actividad empresarial y el empleo, o al menos la mayoría de todo ello”, reza textualmente el plan.
Abanca, por su parte, reclamaba una garantía adicional, para el caso en que el postor se subrogase las cargas financieras. Thenaisie Provoté tiene un crédito hipotecario de más de cinco millones de euros. Y con privilegio especial. “Cuando se transmite una unidad productiva y existe un bien con privilegio especial, o te subrogas la hipoteca –el comprador pasaría a abonar las cuotas al banco– o la cancelas directamente”, constatan fuentes jurídicas.
En este segundo caso, existe la posibilidad de reducir parcialmente la cantidad, pero solo en un 10%. “Cuestión distinta es poder negociar una quita superior directamente con las entidades financieras”, apuntan las mismas fuentes. Pero el juez no ha atendido a las observaciones de la entidad. “En caso de transmisión de la unidad productiva con pervivencia de las garantías reales que aseguran créditos privilegiados, los derechos de los acreedores correspondientes están suficientemente tutelados”, zanja.
LAS FRASES DEL AUTO JUDICIAL
El empleo: Aunque la conservación del mayor número de puestos de trabajo ha de ser siempre una de las reglas que conduzca la actuación de la administración concursal durante el concurso, y no solo dentro de la fase de liquidación, ello no puede convertirse en un requisito sine qua non de las operaciones, puesto que, de ser así, las mismas serían inviables en la mayoría de los casos
Las garantías: En caso de transmisión de la unidad productiva con pervivencia de las garantías reales que aseguran créditos privilegiados, los derechos de los acreedores correspondientes están suficientemente tutelados
Las marcas: Las marcas comerciales de la firma, incluidas en el capítulo de activos de Mos, carecen en su práctica totalidad de valor y, las que lo tienen, su valor económico no es significativo
Por partes
Si no hay postor para el conjunto de toda la conservera, ésta se dividirá en dos lotes. El primero comprende la fábrica de conserva y derivados, con oficinas, de O Grove, así como la maquinaria y mobiliario afectos a la misma. En suma, este conjunto está valorado en cinco millones de euros, si bien cuenta con copiosas cargas hipotecarias en favor de Abanca, Santander, BBVA, Targobank, Sabadell, Bankinter y Deutsche Bank. El segundo es el de la planta de empaquetado y almacenamiento de Mos, tasada en 1,57 millones de euros, así como maquinaria y muebles, valorados en otros 683.600 euros.
“Las marcas comerciales de la firma, incluidas en el capÍtulo de Activos de Mos, carecen en su práctica totalidad de valor y, las que lo tienen, su valor económico no es significativo”
“Dichas Marcas están vinculadas/incluidas en la hipotética operación de la venta de la unidad productiva de ambos centros de producción/empaquetado-almacenaje conjuntamente”. La rumana Scandia Food, que adquirió Thenaisie Provoté hace apenas tres años, las puso a su nombre en el registro europeo de propiedad intelectual, como ha comprobado FARO. Lo hizo entre marzo y agosto de 2019, tal y como consta a día de hoy en la base de datos de esta oficina comunitaria (European Union Intellectual Property Office, EUIPO). Se trata de las siguientes enseñas: Siete Rías, Pombiña y Desde 1904 Grandes Hoteles.
El lote de existencias (materias primas, producto terminado y las latas de marca blanca) no se incluye dentro de los bienes a enajenar. “En caso de no recibir ofertas adecuadas en un plazo razonable de tiempo, esta administración concursal, dada la precaria situación económica actual y las necesidades sociales de todo tipo, entiende que no sería ético, ni moral permitir la caducidad, y consiguiente pérdida, de las conservas de pescado existentes en los almacenes” de la centenaria compañía. Por este motivo, “ante la hipotética posibilidad de que dichas conservas pudieran llegar a caducar, se propone que, con anterioridad a darse tal circunstancia se le autorice a su donación a Cáritas para su utilización en los comedores sociales y Banco de Alimentos”.
Las deudas
Tampoco se vende el lote de deudores, toda vez que el mecanismo de transmisión de unidad productiva no implica la subrogación de las facturas impagadas. La consevera debe 508.800 euros a clientes y proveedores, como Alcampo, Auxiliar Conservera (Aucosa), Conservas Noly, El Corte Inglés o Industrias Frigoríficas del Louro. La propia Scandia Food figura en esta nómina, con una deuda a su favor de 14.000 euros.
