El astillero marinés Nodosa Shipyard ha logrado romper la sequía generalizada de nuevas contrucciones en el naval gallego con la contratación de su primera draga en seis años. La firma Canlemar, cliente habitual de la atarazana (recientemente repararon una de sus dragas), ha encargado una nueva unidad de más de 60 metros de eslora, similar a la última entregada y construida por el astillero, la Omvac Doce, en 2015.
Como pudo saber este periódico, el contrato de esta nueva unidad –que si nada lo cambia será la Omvac Quince– se viene gestando desde hace meses. Aunque los primeros bloques ya están en construcción, no fue hasta esta semana cuando el contrato entró oficialmente en vigor.
Canlemar es una firma gallega que se dedica a realizar obras marítimas. Entre sus principales servicios está el dragado de profundización o los dragados para regeneración de playas. Para ello, cuenta con una flota cercana a la decena a la que se sumará en el futuro el nuevo pedido a Nodosa, cuyo diseño es similar a la última que construyó el astillero. Aquella unidad era una draga gánguil mecánica de casco partido de 61,38 metros de eslora por 12,5 de manga y 1.121 GT (gross tonnage).
El contrato de Nodosa se une al firmado por Freire Shipyard a principios de año para relanzar, aunque sea poco a poco, al naval, sector que mantiene carga de trabajo en la provincia gracias a los contratos cerrados en los años previos. En el caso del astillero vigués, el pedido adelantado también por FARO correspondía a un oceanográfico, una de sus especialidades. Con 40 metros de eslora, será para Emiratos Árabes Unidos.
Antes de estos dos contratos, los únicos firmados –conocidos– en lo que va de año, los últimos que habían entrado en vigor en los astilleros de Vigo y Marín fueron de Armón, uno un oceanográfico para Irlanda y los otros del megacontrato de Nueva Pescanova, adjudicado en 2017.