La ministra de Trabajo y Economía Social y próxima vicepresidenta tercera del Gobierno está convencida de que habrá acuerdo en la regulación de los alquileres y en la Ley de Vivienda. “No se trata de ceder, va a haber acuerdo seguro”, aseguró Yolanda Díaz antes de comparecer en la Comisión de Trabajo del Congreso para explicar la evolución de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y dar cuenta de la negociación de la reforma laboral con los agentes sociales.

Díaz, que evitar entrar en la precampaña electoral para la próxima presidencia de la Comunidad de Madrid a la que se presenta como candidato el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, incidió en que la vivienda es un derecho “fundamental” que contempla el texto constitucional y la normas internacionales. “El Gobierno de España quiere abordar uno de los principales problemas del país que es la vivienda, estoy segura de que sí“, remarco.

La ministra de Trabajo sigue adelante con sus planes para iniciar este mismo año el desmontaje de la última reforma laboral del PP. “Soy una mujer moderna, créanme. Mirar al pasado lo justo y necesario”, dijo, claramente en referencia a la invitación de mirar al futuro que su compañera de Gobierno, Nadia Calviño, dio como justificación a su negativa para no tocar la normativa. La mesa del Diálogo Social para la modernización del mercado laboral arrancó ya la semana pasada y Díaz remarcó el acuerdo de coalición, que “no habla de elementos más lesivos, habla de más urgentes” en la derogación.”Sin lugar a dudas”, respondió, ante la cuestión de abordar ahora la reforma, “pero no solo eso, hay que cambiar el marco de las relaciones laborales”, en referencia a un nuevo Estatuto de Trabajo y la simplificación de la contratación.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ya está “en pleno funcionamiento” tras el ciberataque sufrido y que “ningún ciudadano va a tener retraso en su pago”, aseguró la ministra, tras recuperar “los servicios críticos”. Trabajo sigue investigando las causas del ataque, al parecer del virus Ryuk, que ya afectó a grandes empresas.