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Los cinco modelos de Renault que impulsarán a la automoción gallega

Felipe VI, Sánchez y Maroto con los responsables de Renault, Luca de Meo y José Vicente de los Mozos, ayer, en Villamuriel de Cerrato. | // E.P. E.P.

Renault apuesta fuerte por España. El consorcio francés, el segundo mejor cliente de los fabricantes de componentes instalados en Galicia después de Stellantis (antes PSA), confirmó hoy la adjudicación de cinco nuevos vehículos a sus plantas españolas (Villamuriel de Cerrato y Valladolid), un motor y dos cajas de cambio (Valladolid y Sevilla), en el marco del plan de inversiones “más ambicioso” de la compañía del rombo, más de mil millones de euros, que movilizarán hasta 12.000 millones en la economía española. Los responsables del grupo hicieron público el anuncio coincidiendo con la visita a la planta palentina del rey Felipe VI, acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra Reyes Maroto, y los máximos responsables de la multinacional gala, Luca de Meo y Jean-Dominique Senard.

En concreto, Renault fabricará cinco nuevos modelos híbridos, tres de ellos en Palencia y dos en Valladolid, que permitirán formalizar 1.000 contratos indefinidos hasta 2024. “Esto va a convertir a España en nuestro polo de electrificación e hibridación”, defendió Luca de Meo. Los vehículos previstos para Villamuriel de Cerrato son de los segmentos C y D SUV (relevarán al Kadjar), que llegarán de forma escalonada en 2022, 2023 y 2024. Además, la Factoría de Carrocería y Montaje de Valladolid fabricará los segmentos B SUV y B+ SUV desde 2024 (Captur), y también se destinará una nueva familia de motores a la Factoría de Motores de Valladolid que llegarán en 2023 y dos nuevas cajas de velocidades a la Factoría de Sevilla para 2022 y 2024.

Presentación hoy del plan industrial Efe

La factoría andaluza desarrollará por otro lado un proyecto para reciclar vehículos usados, en el marco del objetivo de Renault de que la huella de carbono sea cero. Fuentes del sector gallego del automóvil expresaron su alegría por este plan industrial, mayor incluso del previsto inicialmente, ya que el consorcio Renault-Nissan-Mitsubishi es el segundo mejor cliente de los fabricantes de componentes instalados en la comunidad, solo por detrás de Stellantis y por delante todavía de las marcas de Volkswagen.

“Este plan refuerza a España como la segunda Casa de Renault"

Luca de Meo - CEO de Renault

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“Este plan refuerza a España como la segunda Casa de Renault”, defendió el CEO del grupo, que, al igual que el director en España, José Vicente de los Mozos, agradeció a los representantes de los trabajadores la altura de miras que les ha permitido aprobar este plan. “Han sabido entender que esta apuesta significaba futuro”, afirmó Luca de Meo. El objetivo de este plan denominado Renaultution es cambiar totalmente el modelo de negocio de la compañía para basarlo en la rentabilidad y no en el volumen de ventas como vía para afrontar la crisis causada por la pandemia.

En Valladolid, Renault quiere consolidar su centro de I+D+i, cuyos ingenieros trabajarán en la electrificación, la conectividad, las baterías, el hidrógeno y los servicios de movilidad. La apuesta por la hibridación es, para esta firma, un excelente camino hacia la descarbonización que además le permitirá producir vehículos de alta demanda.

La crisis de los chips durará al menos hasta el tercer trimestre del año

Alerta máxima en la industria del automóvil europea por la escasez mundial de microchips, lo que amenaza la actividad y el empleo del primer sector industrial del Viejo Continente. La patronal del motor, ACEA (European Automobile Manufacturers Association), ha trasladado su profunda preocupación a la Comisión Europea (CE) por esta crisis de escala todavía desconocida que ha puesto contra las cuerdas a los principales fabricantes de coches de todo el mundo. Como pronto, ACEA calcula que la normalidad en el suministro de semiconductores no se recuperará hasta el tercer trimestre del año, es decir, hasta después de las vacaciones de verano. Esto ha llevado a la mayoría de las plantas de coches a poner en marcha nuevos mecanismos de flexibilidad para adaptarse al vaivén de la producción por falta de componentes. La última, la fábrica de Vigo del grupo Stellantis. Esto a su vez está arrastrando a toda la cadena de valor del automóvil, sobre todo a aquellos fabricantes de componentes de primer nivel, como Faurecia Asientos de Galicia, que acaba de pactar con el comité de empresa un ERTE de 42 días hasta las vacaciones para toda la plantilla por culpa de estos semiconductores. La crisis de los chips surgió por un desajuste brutal entre la demanda y la producción de semiconductores en plena pandemia del coronavirus, época en la que se disparó la demanda de productos tecnológicos (PC, tabletas, videoconsolas) por los confinamientos, y afecta a todos los sectores tecnológicos. En el caso del centro de Vigo de Stellantis, la empresa ha recurrido al transporte aéreo urgente para intentar parar lo menos posible. El componente que más problemas está dando en Balaídos está relacionado con el sistema electrónico de frenada de los vehículos, que se fabrica en Macedonia.

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