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Entrevista

Antonio Garamendi: “Europa condiciona los fondos a las reformas, debemos dar confianza”

El presidente de la CEOE pide "relajar el debate político" porque "la gente lo que quiere es vivir en una sociedad tranquila y con trabajo"

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi Andrés Cruz

El presidente de la patronal española cree que Canarias requiere una “protección especial” ante la dureza de la crisis del Covid por el cierre del sector turístico. Por ello defiende acelerar la vacunación y aplaude las ayudas directas para capitalizar las empresas que tienen problemas de solvencia. Antonio Garamendi no tiene pelos en la lengua para criticar al Gobierno, al que advierte que no es el momento de cambiar la reforma laboral y reclama más ortodoxia económica para invertir bien los fondos europeos y salir de la crisis con un cambio en el modelo productivo. Defiende los acuerdos pero no a cualquier precio.

-¿Qué visión tiene de la situación económica de Canarias? ¿Le va a costar más salir de la crisis?

-Desde la CEOE estamos con Canarias y con su realidad, posiblemente más dura que en otros lugares de España por la influencia del turismo en el PIB. Estamos en un lugar donde la pandemia ha castigado de forma más importante a la actividad económica, por eso mostramos nuestro apoyo incondicional a lo que necesita Canarias y, de hecho, hemos trabajado intensamente junto al Gobierno de las Islas con el apoyo que dimos a Canarias por su situación especial con respecto al tema de los ERTE y ahora también con el trabajo que estamos haciendo entre todos con estos 7.000 millones de euros que llegan de ayudas directas, de los que algo más de 1.000 millones van a venir a Canarias. El efecto del turismo hace que las Islas necesiten una protección especial y por eso desde la CEOE y las dos patronales canarias vemos que en estos momentos hay una prioridad esencial para las Islas que es la vacunación, elemento clave para que la actividad vuelva a crecer. Ahora no estamos ante un problema de liquidez de las empresas sino de solvencia y por ello el sector turístico canario tiene dos retos: llegar al verano con el 70/80% de la población vacunada y la necesidad de unas ayudas directas para poder llegar capitalizados y poner en marcha la maquinaria, porque en cuanto esto se acabe que nadie dude que todo el mundo va a volver a Canarias.

-¿Estos 7.000 millones de ayudas son suficientes, llegan tarde? ¿De qué manera se pueden rentabilizar por las empresas para que sean eficaces y cumplan su objetivo?

-A los empresarios nos gusta la eficacia y la eficiencia. Nosotros ya lo hubiésemos implementado hace mucho tiempo, si la pregunta es si llega tarde una cosa es que pudiera haber llegado antes, pero ahora es el momento. Hemos estado reclamando estas ayudas desde hace tiempo y ahora que llegan lo saludamos con beneplácito. Es una buena noticia y ahora lo que tenemos que hacer es, junto con el Gobierno canario, ver cómo se pueden implementar. Ya no es cuestión de si es mucho o es poco, implementar en un año 1.000 millones en ayudas no es tan fácil, sé que el presidente del Gobierno está trabajando en que no haya un tope de 200.000 euros y que puedan ser más para que entren los grandes grupos empresariales, sobre todo los turísticos. Por tanto nos felicitamos por la aprobación de las ayudas y ahora lo que tenemos que hacer es trabajar. Tampoco vamos a hablar de que nos vamos a quedar cortos porque quizás nos podemos quedar largos si no se implementan bien de aquí a final de año. Lo que queremos es que se apliquen bien, ver cómo se puede hacer y como son muchos millones tanto en Canarias como en el resto de España hay que analizarlo para que estas ayudas tengan un destino adecuado.

-¿Después de un año de pandemia se atreve a pronosticar cuánto tiempo puede durar la recuperación de la actividad económica?

-Va a ser largo. Cuando arrancó la pandemia estábamos con un problema de liquidez y ahora lo que hay son problemas de solvencia. Que nadie dude de que el turismo se va a recuperar pero tampoco que nadie dude de que vamos a tener que trabajar de forma muy potente en dos aspectos: en un apoyo muy específico a la industria y todo lo que significa porque es clave para el desarrollo económico conseguir que el 20% del PIB sea industrial y también en Canarias debería serlo. Tenemos una oportunidad inmensa con los fondos europeos que nos vienen, ese Plan Marshall 2 que le ha tocado a España con 140.000 millones de euros para la digitalización, la sostenibilidad y el cambio profundo en el sistema energético, que también debe realizarse en Canarias. Es verdad que junto a la ilusión que supone esto también nos preocupa, y lo digo con toda claridad, que hay que mantener una ortodoxia económica importantísima porque no nos olvidemos que el 50% de los bonos españoles los compra el BCE y, en cierta medida, el sistema está dopado o maquillado y los fondos confían en nuestro país porque el BCE está comprando la deuda, pero la realidad es que en 2023 o antes se acabará esta especie de libertad presupuestaria que ha dado Europa y será en ese momento cuando tendremos que tener un país preparado para tener unas cuentas sostenibles.

-¿Cree que se está trabajando en esa línea de aprovechar los fondos europeos para cambiar el modelo productivo?

-A nosotros hoy por hoy las cuentas no nos dan porque vemos que podemos entrar en un déficit de 60/70.000 millones de euros anuales y eso es mucho dinero y muy difícil de gestionar. Aquí hay que ver el yin y el yang, es decir, ver esas oportunidades que nos vienen pero, por otro lado, hacer las cosas bien y luego, dentro de ese planteamiento, tiene mucha importancia la condicionalidad que marca Europa. Yo soy vicepresidente de los empresarios europeos y le digo que no es verdad que no haya condicionalidad como dice una parte del Gobierno y los sindicatos. Sí la hay y tenemos que hablar de temas muy importantes que poco tienen que ver con el debate político y que realmente son la clave para poner en marcha un país con tanto dinero en el momento en que nos recuperemos. Hasta ese momento la realidad es que lo esencial desde el punto de vista económico es la vacunación.

-Precisamente una de las condiciones que está poniendo la UE sobre la mesa es la excesiva temporalidad en el empleo tanto en el sector público como en el privado ¿Cómo puede solucionarse este problema que ya estaba antes de la crisis el Covid?

-La UE está pidiendo una serie de reformas estratégicas cuando todo esto esté arreglado con el dinero que va a llegar. Concretamente en la parte laboral lo que nos preocupa es que de la gente menor de 30 años más del 40% está en paro y otro grave problema es que la gente mayor de 50 años que vaya al paro no tiene futuro. Lo que me preocupa es que en España especialmente hay una dualidad en el mercado de trabajo muy superior a la media de la UE y también es verdad que una parte importante de la temporalidad está en las administraciones públicas, por lo que no es solo un problema de las empresas ¿De qué tenemos que hablar? Lo decía la ministra Calviño y estoy de acuerdo con ella porque es lo que pide Europa. Tenemos que hablar de la dualidad del mercado laboral ¿Y eso qué significa? Tenemos que ver cómo somos capaces de que haya menos temporalidad y haya más gente con contrato indefinido, me guste o no me guste de eso tenemos que hablar por responsabilidad social. Tenemos que hablar de formación, innovación y de muchas otras cosas. Tenemos que hablar de políticas activas de empleo, ver qué hacemos con la gente menor de 30 años, con la formación dual... También de los que tienen más de 50 años es de lo que tenemos que hablar. Pero esos temas no son titulares de periódicos aunque sean el trabajo del día a día. Sin embargo el titular de los periódicos es la reforma laboral, que es justamente lo que Europa no pide. Lo que pide Bruselas es lo otro y es en el tema de la reforma laboral donde nosotros no coincidimos porque, al contrario, la Comisión Europea, el BCE, la OCDE y el resto de organismos no están diciendo que se cambie la reforma laboral ni están pidiendo que constriñamos más el empleo sino que lo adaptemos a los tiempos modernos, lo que va justamente en dirección contraria a lo de hacer más rígido el mercado laboral. Hoy en día la externalización o las subcontrataciones son importantes siempre, eso sí, con un trabajo digno. Es por eso por lo que pensamos que la ministra de Trabajo se equivoca, mientras que sí creemos que la ministra de Economía acierta en el debate. El debate ahora es qué hacemos con la dualidad del mercado laboral y con las políticas activas de empleo, eso es lo que nos pide Europa, además de ver qué hacemos con las pensiones.

-Usted ha llegado a varios acuerdos con la ministra de Trabajo, que ahora se convierte en vicepresidenta tercera del Gobierno, aunque Calviño se coloca por encima en el escalafón ¿Cree que va a encallar el diálogo social? ¿Se va a imponer la parte del Gobierno que defiende que no es hora de tocar la reforma laboral o la que aboga por modificar aquellos aspectos que se consideran más lesivos?

-Primero fue la contrarreforma laboral, luego los aspectos más lesivos y ahora le llaman la modernización. Nosotros somos pactistas, estamos por el diálogo y ya hemos demostrado que nos sentamos para intentar llegar a acuerdos, eso va a seguir y que nadie lo dude pero las posiciones son claras: es un error grave porque es un asunto que, desde el punto de vista ideológico, puede ser interesante. Pero yo no me presento a las elecciones, represento a la gente que levanta la persiana por las mañanas y la cierra por la noche; el 98% de las empresas españolas tienen menos de 10 trabajadores y más de la mitad tienen menos de cinco. Este es un debate más político que otra cosa, yo pediría relajar el debate político, en estos momentos los españoles necesitamos una relajación de la política porque en el día a día por la calle no me encuentro con esos debates tan extremos de uno y otro lado, sino más que la gente lo que quiere es vivir en una sociedad tranquila y con trabajo. Los empresarios vamos a seguir trabajando en esa línea, queremos contratar gente pero debemos tener una ortodoxia porque también le digo que la gente lo que quiere es confianza en el país. Ahora lo importante es que demos mucha confianza porque es una de las bases más importantes para que esto funcione y poder cumplir los objetivos que nos pide la UE.

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