En esa labor de convencer a ACC jugará un papel clave el ecosistema de innovación del sector del automóvil en Galicia, que tiene bastante experiencia en el coche eléctrico, y que de hecho ha empezado a colaborar con esta joint-venture.
“Galicia es sin duda uno de los territorios mejor preparados y con mejor disposición para instalar una fábrica de baterías”, destacó Feijóo, que instó al Gobierno a aclarar si ya tiene tomada la decisión de participar con dinero público en la anunciada para Cataluña. Porque de ser así, la invitación de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para que Galicia presente un proyecto viable es “un brindis al sol”. En todo caso, advirtió de que no es una cuestión para “improvisar o frivolizar” porque necesitaría la inversión de centenares de millones de euros y un acuerdo con los futuros compradores de esas baterías.
El alcalde vigués, Abel Caballero, afirmó ayer “nada impide que haya dos fábricas de baterías en España”, en alusión al proyecto de Seat. “Es más, es probable que sea altamente recomendable que haya más que una”, afirmó el regidor, que volvió a ensalzar las ventajas del área de Vigo para ser la sede de una de esas factorías ante el previsible auge de los motores eléctricos más eficientes y sobre todo menos contaminantes en gases generadores del cambio climático. Caballero reprochó eso sí a Feijóo que haya “desertado” de la defensa de este proyecto en Madrid: “Yo asumo las funciones y competencias del presidente de la Xunta porque él no lo hizo”.
“Tenemos litio, innovación y a Citroën”
Destacan los ingenieros
Para los ingenieros gallegos no hay dudas: el sur de Galicia es un “emplazamiento idóneo” para la instalación de una fábrica de baterías para vehículos eléctricos para España y Portugal. “Dispone de la materia prima, el litio, y de un entramado de grupos de investigación y empresas ligadas a la automoción que están desarrollando y fabricando vehículos eléctricos, siendo la más significativa PSA”, destacaron ayer los comités de Industria y Automoción del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia. La zona “además dispone de una potente infraestructura logística, económica, social y empresarial”, incluido el tejido de automoción del norte de Portugal y los centros de investigación de Vigo y Ourense, lo “que generaría sinergias muy importantes para una factoría de estas características”. Los ingenieros se suman así a otros colectivos como los geólogos en defensa de la candidatura viguesa.
La crisis de los chips se cobra una nueva víctima: Faurecia Asientos
Los proveedores anticipan nuevas paradas de Stellantis pese a que el gigante prioriza los modelos vigueses en el aprovisionamiento de piezas
Uno tras otro, los grandes proveedores del centro de Vigo de Stellantis recurren a los ERTE (expedientes de regulación de empleo temporales) ante los vaivenes en la producción que se prevén en las próximas semanas por la escasez mundial de microchips. El último, la planta de asientos de Faurecia en Valladares (Faurecia Asientos de Galicia), que ya ha comunicado su intención de suspender contratos de trabajo por este motivo, como antes han hecho Benteler o Denso, entre otros. El sector se encuentra en máxima alerta pese a que la multinacional francesa está priorizando a los modelos vigueses en el aprovisionamiento de semiconductores por su éxito de ventas y rentabilidad, según ha podido saber este periódico.
Los microchips son cruciales en la construcción de un coche, donde la electrónica va ganando cada vez más terreno a la mecánica. Hoy en día se pueden encontrar en diferentes componentes para la gestión de los motores, los sistemas de seguridad (ABS y ESP) y de infoentretenimiento. Su escasez, por el crecimiento exponencial de la demanda que existe a nivel global y el colapso en el suministro derivado del cierre de fábricas en China por la pandemia, afecta a todos los sectores tecnológicos (incluso a los fabricantes de videoconsolas, como Sony, Nintendo o Microsoft) y a proveedores del sector de automoción como Robert Bosch, Continental o Infineon.
El problema afecta a la práctica totalidad de los fabricantes de coches (Volkswagen, Toyota, General Motors, Renault-Nissan-Mitsubishi), y Stellantis no es una excepción. Aunque sí es cierto que la planta de Vigo ha tenido prioridad a la hora de aprovisionarse en la Península y que los efectos de la borrasca Filomena, que paralizó la producción de la factoría de Villaverde (Madrid), ayudaron a que Balaídos tuviese un margen superior al de otras fábricas del consorcio liderado por Carlos Tavares. Pese a todo, la planta de Vigo ya suspendió la producción dos jornadas en el turno de noche y un domingo.