La recta final del actual plan estratégico de Greenalia se adapta a las difíciles circunstancias provocadas por la pandemia también en el sector energético, a modo de “puente” hacia la nueva hoja de ruta para el periodo 2022-2026. En el segundo semestre presentará los nuevos objetivos de potencia y negocio.
Mientras, la compañía liderada por Manuel García abre un paréntesis con “un presupuesto Covid Resilience” para garantizar una cartera en funcionamiento de 125 megavatios (MW) y las obras para otros 110 en parques eólicos a lo largo de este ejercicio, en el que prevé duplicar el margen bruto del negocio (Ebitda, el beneficio antes de gastos financieros e impuestos), hasta casi 21 millones de euros. La visión a largo plazo perfila una cartera de 4.500 MW y la expansión internacional con EEUU como “país estratégico”.
Greenalia opera en estos momentos la planta de biomasa de Curtis (50 MW) y dos parques eólicos, Miñón y Ourol, que suman 46,5 MW. A finales de este año conectará los de Croa I y II y Monte Tourado, con 28 MW en total, y empezará los trabajos para otros 290 MW repartidos en 10 complejos de aerogeneradores que estarán en funcionamiento “antes del cierre de 2023”. “La totalidad de estos proyectos están en España, por lo que su desarrollo contribuirá de forma significativa al impulso de la economía en sus zonas de implantación y a la movilización de empleos”, explica el grupo, que presenta su crecimiento como “una oportunidad para anclar la industria de componentes eólicos en nuestro país” a la vista del cierre de la fábrica de palas en As Somozas y el supuesto rechazo de Siemens Gamesa a los pedidos de la propia Greenalia y de Endesa para mantener la actividad.
Los datos
123,5 MW en funcionamiento o a punto de conexión
La compañía opera la planta de biomasa de Curtis, dos parques eólicos, y sumará a finales de año otros tres.
20,9 Millones de euros de margen bruto
El Ebitda previsto para este 2021 duplicará los 10,6 millones del cierre estimado de 2020.
La “actualización” del plan de negocio inicial que, en principio, estaba en vigor hasta 2023, recogía el desarrollo de 1.000 MW en cinco años para alcanzar 100 millones de Ebitda. Si se retoca es, según Greenalia, por “la continuidad” de la crisis del coronavirus. “Este hecho no disminuye los objetivos de la compañía a largo plazo –argumenta en la presentación del Covid Resilience remitido ayer al Mercado Alternativo Bursátil (MAB)–, sin que estos se verán incrementados en el nuevo plan 2022-2026”. A la espera de conocer los detalles, la compañía avanza el salto a cotizar en el Mercado Continuo (2022) y la puesta en marcha de 2.500 MW, el 72% en eólica –tanto terrestre como flotante–, y el resto en fotovoltaica y biomasa. “Un portfolio de gran recurso, diversificado en cuatro tecnologías –afirma–, en lo que supone un caso único y diferenciado en el sector a nivel nacional”.
Offshore en Galicia
Los proyectos en eólica ascienden a 2.200 MW e incluyen la incorporación de los 250 MW en tramitación ahora mismo para instalar en las costas canarias cuatro parques flotantes. Según confirmó en unas recientes jornadas de Asime su directora de Desarrollo Corporativo y ex conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, la compañía ha presentado un posible proyecto de offshore en Galicia a la convocatoria de manifestaciones de interés del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. “A día de hoy –remarcó– uno de los nichos de mercado más esperanzadores para este país”. De momento, el esbozo del nuevo plan estratégico no cuenta con esas instalaciones.
En los últimos tres años Greenalia invirtió más de 200 millones de euros para “el afianzamiento de la estrategia de integración vertical del grupo”. La estimación de facturación en 2020 ronda los 42,6 millones de euros, prácticamente todo por el negocio de biomasa. El encendido de sus primeros parques elevará la cifra de negocio en este 2021 a cerca de 62 millones, un 45% más. La compañía saca pecho por la multiplicación por 9 del valor de las acciones desde su estreno en el MAB Growth. Cotizan a 18,1 euros están.
El líder de Siemens defiende el cierre en Galicia
El presidente de Siemens Gamesa asegura que “nadie desea cerrar fábricas y reducir su plantilla”, pero tienen la “responsabilidad de salvaguardar el futuro de toda la compañía”, incluyendo su presencia en España y, por ello, Miguel Ángel López defendió que no pueden ni deben eludir este tipo de decisiones cuando sea preciso, como el caso de la fábrica de palas de As Somozas, donde se activó un ERE para 241 trabajadores. La compañía refrendó su compromiso con España y sostiene que está “en el camino a la recuperación”, pero “queda mucho por hacer” para ser “rentable y exitosa. En sus intervención durante la Junta de Accionistas ayer en Zamudio (Vizcaya), López subrayó que 2020, un año marcado por la pandemia, fue un ejercicio “complicado”, si bien las pérdidas no reflejan solo el impacto del coronavirus, sino también el “fuerte e inesperado” debilitamiento de algunos mercados clave, como India y “ciertas debilidades” en la gestión y ejecución de proyectos. “Nadie desea cerrar fábricas y reducir su plantilla, pero tenemos la responsabilidad de salvaguardar el futuro de toda la compañía, incluyendo nuestra presencia en España; y el equipo directivo no puede, ni debe eludir este tipo de decisiones cuando sea preciso”, argumentó el presidente, que admite que estas medidas han hecho que “se cuestione el compromiso de la compañía con España y con el País Vasco”. “España sigue siendo un centro de fabricación e I+D tremendamente importante para nosotros –añadió–: tenemos nueve fábricas y empleamos a 4.400 personas”.
