Conseguir más por menos es uno de los principales objetivos de un negocio y más aún cuando se trata de una startup que está empezando. La tecnología vuelve a estar de su parte, esta vez a través de una tendencia que está cogiendo fuerza en nuestro país. Se trata del denominado Growth Hacking. 

Según la 'Guía completa 2021 de Growth Hacking', elaborada por la escuela de negocios The Power MBA, esta metodología busca hacer crecer los productos digitales de forma rápida y sostenible, y por tanto los ingresos, con un gasto mínimo de recursos.

En este sentido,  Luis Díaz, CEO y fundador de Product Hackers, la empresa especializada en Growth y experimentación sobre productos digitales; explica en una entrevista que “son formas creativas de hacer que la gente que llega a un producto digital compre más”. 

Y, ¿cómo lo hacen desde esta startup? A través de la experimentación científica, es decir, analizando cuál es la razón por la que un producto digital no llega a tanta gente e introduciendo distintos cambios en forma de experimentos para ver qué está fallando. 

Un laboratorio digital

Un ejemplo que pone Díaz es el de un e-commerce al que entran 1.000 personas pero sólo compra un 10%. “Nosotros somos expertos en detectar qué es lo que no está funcionando y por qué el otro 90% no compra e imaginemos que detectamos que el motivo es la falta de confianza”.

Es en este momento cuando entra en juego esta experimentación de producto. Para ello, realizan un experimento para transmitir más confianza al cliente a través de distintas acciones como 15 días de prueba o la devolución del dinero en el caso de que haya algún problema. 

“A un 50% de los usuarios le vamos a mostrar el experimento y al otro 50% no. Vemos cuánto compran dentro del grupo de exposición, que es con nuestro experimento, y en el grupo de control, es decir, quienes ven el producto tal cual lo tiene el e-commerce”. Esto puede duplicar los ingresos de este negocio, según asegura el fundador de Product Hackers. 

Además de duplicar las ventas, este método también sirve para que el cliente no abandone la web o permanezca más tiempo en nuestro sitio. 

“En resumen, lo que hacemos es analizar todo lo que ocurre durante la etapa de contratación del servicio y de uso del servicio para que los clientes lo contraten el máximo tiempo posible. Al final es conseguir que la gente compre tu producto y lo siga usando a lo largo del tiempo”, señala Díaz.

Una de las empresas con las que trabaja Product Hackers es con CornerJob. El objetivo del portal de búsqueda de empleo es que haya mucha gente aplicando a las ofertas y que ésta sea lo más cercana posible a la tipología del empleado que se está buscando. 

“En una situación normal aplican 100 y terminan contratando uno. Nosotros lo que haríamos es aplicar esos 100 y conseguir que un gran número de los aplicantes tengan el máximo feed con la empresa, para ello hicimos un cambio en el buscador”. 

Normalmente en este tipo de herramientas se buscan ofertas de empleo a través de puestos de trabajo específicos. En este sentido, “nos dimos cuenta de que hay mucha gente que les da igual el puesto, lo que quieren es un trabajo”, señala Díaz.

Por ello, crearon un buscador independiente con la posibilidad de buscar empleo por zona geográfica, no por puesto. A este accedía el 50% de los usuarios y la otra mitad al original de CornerJob. 

“Solo con esto multiplicamos por 6 el número de personas que accedían a buscar un empleo. Nos dimos cuenta de que la gente lo que buscan es un trabajo, en una zona concreta que es donde viven”. 

Además de CornerJob, esta startup que nació en el hall de una universidad y teniendo como fundadores a alumno y profesor, ya cuenta con clientes como La Razón, Miele o Leroy Merlin. 

“Somos un laboratorio externo del departamento de I+D de las compañías, algo que nos da mucha libertad a la hora de experimentar”.