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Auxiliares dudan que el crucero vuelva a Vigo, pero la plantilla de Barreras confía

El muelle de Barreras, ayer, vacío ya tras la partida del “Evrima”. | MARTA G. BREA

La plantilla de Hijos de J. Barreras está “tranquila” un día después de la salida del Evrima con destino al astillero Astander, en Santander, para pintar sus 190 metros de eslora y 24 de manga. Pese a la tensión que viven las auxiliares, que temen que el buque no regrese nunca más a Vigo y sea finalizado en las instalaciones de Grupo Astican, el presidente del comité de empresa, Sergio Gálvez (UGT), confía en que “el barco volverá para los toques finales” en la ciudad olívica, tal y como asegura la dirección de la histórica atarazana viguesa. “Confiamos en que va a haber trabajo”, explicó ayer a preguntas de FARO. La industria auxiliar, por su parte, mantiene su desconfianza tanto sobre el tiempo que pasará el barco en el astillero del norte de España –la dirección de Barreras estimó que sería un mes– como de una vuelta al puerto de Vigo para su finalización y posterior entrega, con la vista puesta en el viaje inaugural del próximo 24 de julio.

El comité de empresa tuvo una reunión el pasado viernes con la dirección, es decir, los días previos que sirvieron de preparación para la salida del Evrima. En el encuentro, entre otras cuestiones, desde la dirección siguieron trasladando un “mensaje de futuro” y de calma a los trabajadores. “La idea es ir trabajando a través de los Havila; mientras, también se va trabajando en el dique para el regreso del buque”, apuntó Sergio Gálvez.

"La tranquilidad absoluta te la da el tener dos barcos en construcción y otro en diseño"

Sergio Gálvez - Presidente del comité de empresa de Barreras

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Gálvez reconoció que el astillero “no está a pleno rendimiento” al no encadenar “un barco tras otro”, pero la plantilla “sigue ocupada”. Preguntado por si hay tranquilidad entre los 170 trabajadores que conforman el plantel, el presidente del comité de empresa recordó que “la tranquilidad absoluta te la da el tener dos barcos en construcción y otro en diseño”. “No es lo mismo tener un buque a plena construcción que con las gradas vacías; el astillero no está pensando para eso”, sentenció.

Las auxiliares, sin embargo, ponen en duda que el barco retorne a la ciudad y mucho menos pasado solo un mes. “Hay malestar”, indicaron ayer desde Uninaval (Unión de Industrias Navales Ría De Vigo), cuyos socios celebraron una reunión telemática el lunes para valorar la situación. “Que el barco se iba a ir para estas operaciones siempre se supo y lo lógico es que mientras esté allí se hagan algunos trabajos y luego se acabe aquí”, comentan. No obstante, las empresas creen que Barreras tirará de empresas locales: “A muchas auxiliares de aquí no le cuadran los números para ir a Santander”.

Dos trabajadores de Barreras caminando ayer en las instalaciones. Marta G. Brea

Según pudo saber este periódico, las firmas MJM y Team Electric, así como aquellas centradas en las labores de habilitación, estarán trabajando en Astander mientras el buque esté allí.

Fondos

Sobre los 30 y 8 millones que la atarazana ha pedido a la SEPI y a la Xunta, respectivamente, Sergio Gálvez se mostró preocupado con la resolución del expediente. “A mi juicio está siendo todo un poco lento”, apuntó el presidente del comité de empresa. Desde la dirección le trasladaron a la plantilla que siguen muy pendientes de esta situación. “Esperan que la Administración apoye el astillero, sobre todo ante la situación que se vive en el turismo y en el sector de los cruceros en concreto”, recalcó Gálvez.

Sobre esto, fuentes de la Xunta informaron a este periódico que trasladaron al Ministerio de Hacienda una petición para analizar de forma conjunta “las necesidades financieras del proyecto actual, así como la viabilidad del astillero a futuro”.

¿Qué le falta al “Evrima”?

El Evrima partió de Vigo pasadas las 17.00 horas del lunes tirado por el remolcador Hispania, que al cierre de esta edición navegaba al norte de la comunidad. Está previsto que llegue a Santander mañana por la tarde, donde el buque de 190 metros amarrará en el muelle del astillero Astander, tal y como hacía en Vigo. En esta zona esperará, por un periodo de tiempo indeterminado, para subir a dique e iniciar las labores de pintura. Está previsto que en las instalaciones de Grupo Astican algunas empresas prosigan con los trabajos a bordo para finalizar el barco, que según el comité de empresa de Barreras roza aproximadamente el 90%. Pero, ¿qué resta todavía por realizar dentro del crucero ultrapremium? Según pudo conocer FARO, hay todavía componentes y áreas clave de la embarcación que están por instalar, como es toda la parte relacionada con la refrigeración o con las potabilizadoras de agua. Además, el puente de mando desde el que se comandará la nave –así como la puesta a punto de la propulsión– sigue en el aire. De hecho, los astilleros que necesitan esta operación de traslado a dique aprovechan para completar las primeras pruebas de propulsión, agilizando así la construcción y recortando costes. Pendientes también están las pruebas de amarre. En el apartado de la habilitación, la mayoría de los camarotes todavía están por montar y sellar y la zonas comunes son las más rezagadas, como las cubiertas de teca, cuyos trabajos se pararon hace ya días. De igual forma, los acabados de ultralujo de este crucero son lo que más tiempo llevan y todavía faltan por instalar. Ahora está por ver qué auxiliares de aquí se trasladarán allí para continuar los trabajos. Ayer algunas seguían sin confirmación oficial por parte de Barreras de a qué dique acudiría el buque.

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