Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) han acordado este lunes mantener los estímulos económicos también en 2022 como respuesta a la crisis económica derivada de la pandemia y han reiterado que debe evitarse una retirada "prematura" de los mismos porque esto dañaría la recuperación.

Los responsables económicos de los Diecinueve afirman en una declaración conjunta que están "unidos" en la necesidad de "seguir protegiendo la economía" hasta que "la crisis se haya acabado y la recuperación esté firmemente en marcha". Pero por el momento "el mundo sigue en medio de la pandemia de COVID-19" y la eurozona "sigue centrada en atajar las consecuencias económicas y sociales".

"Debe evitarse una retirada prematura del apoyo fiscal. El Eurogrupo está comprometido a mantener una política expansiva en la eurozona en 2021 y 2022, teniendo también encuentra el estímulo fiscal derivado" del fondo europeo de recuperación, remarcan los ministros de Finanzas de la moneda común.

"Estamos unidos y determinados en nuestros esfuerzos para proteger el empleo, a las empresas y a nuestros ciudadanos en esta crisis sanitaria. Todos creemos que es la mejor contribución que podemos hacer a la sostenibilidad fiscal a largo plazo en este momento", ha expresado en una rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe.

El comunicado toma nota además de la opinión "preliminar" de la Comisión Europea a favor de mantener suspendidas el próximo año las reglas que limitan el déficit y deuda públicos de los socios europeo, algo que Bruselas sugirió a principios de este mes pero que no se decidirá definitivamente hasta finales de mayo.

De hecho, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha afirmado que el documento pactado por los Diecinueve es "coherente" con la opinión del Ejecutivo comunitario, así como que "refleja la existencia de un consenso" sobre la política fiscal que debe adoptarse mientras continúe la pandemia.

A juicio del italiano, retirar los estímulos "demasiado pronto" sería un "error" y ha enfatizado que hay un "creciente consenso" tanto en Europa como fuera del bloque acerca de que "la mejor forma de asegurar la sostenibilidad de la deuda pública es apoyar la recuperación y reducir el riesgo de que (la crisis) deje cicatrices y divergencias".

No obstante, el Eurogrupo reitera en su declaración que la política fiscal deber ser "ajustarse" a medida que la situación sanitaria y económica "evolucione". "En una segunda etapa, una vez que la situación sanitaria mejore y se levanten las restricciones, la medidas fiscales deben cambiar gradualmente hacia acciones específicas centradas en impulsar una recuperación sólida y sostenible", explican los ministros.

Cuando la eurozona se encuentre ya en una etapa de "recuperación firme", los gobiernos de la eurozona tendrán que "abordar sus niveles de deuda pública aplicando estrategias fiscales sostenibles a medio plazo, con el énfasis en mejorar la calidad de las finanzas públicas, elevar la inversión y apoyar las transiciones verde y digital".

En esta línea, Gentiloni ha asegurado que la Comisión Europea recomendará "precaución" a los países que, como España, tiene un elevado nivel de deuda pública, aunque eso "no significa que no tengan que tener una política expansiva" durante este periodo.

Preguntado por el riesgo de que mantener los estímulos vaya a derivar en un aumento de la inflación en la UE, el responsable de Economía del Ejecutivo comunitario ha contestado que las últimas proyecciones del Banco Central Europeo (BCE) apuntan a un alza de los precios del 1,5% este año y del 1,2% en 2022, cifras que "no están ni siquiera cerca del famoso umbral del 2%".

Una opinión parecida ha transmitido el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, quien atribuye el reciente aumento de la inflación esperada a causas puntuales y descarta que se convierta en una tendencia "permanente" dado el alto nivel de desempleo en el bloque, entre otras cuestiones.