Bimba y Lola trasladará su sede a un antiguo concesionario de Vigo

Después del peor de sus 15 años de meteórica historia a causa del golpe fortísimo de la pandemia en el comercio textil, Bimba y Lola afronta su propia desescalada con el proyecto más importante en su plan de expansión. La compañía de las hermanas Uxía y María Domínguez acaba de cerrar la adquisición del antiguo concesionario de Comercial Automoto en la avenida de Madrid de Vigo para levantar la nueva sede. La opción de compra llevaba meses encima de la mesa e incluso, como adelantó FARO en octubre de 2019, se había solicitado ya la necesaria licencia municipal para las obras, pero el estallido de la crisis del COVID-19 obligó a paralizar todo lo que no fuera estrictamente necesario. Con la situación sanitaria ya más controlada, el grupo de moda que más ha dado que hablar en los últimos años en España retomó su hoja de ruta y firmó el contrato en las últimas horas, según confirman fuentes de Bimba y Lola, que descartan por el momento dar plazos para las obras de adaptación en una parcela de 11.000 metros cuadrados y la mudanza.

El corazón de la compañía seguirá por ahora en Mos en un edificio que se le quedó pequeño hace tiempo tras el crecimiento exponencial del negocio. En el último ejercicio fiscal cerrado en febrero de 2020, la facturación ascendió a 226,7 millones de euros tras un incremento superior al 12%, con 285 tiendas y más de 1.500 empleados. Desde 2006, las ventas se multiplicaron por once, impulsadas por el ambicioso crecimiento en el mercado internacional. La idea de Bimba y Lola ahora con el salto a un nuevo centro corporativo es ir poco a poco, a la espera de ver cómo va evolucionando la pandemia y el negocio mundial de la moda. Durante el primer semestre del nuevo ejercicio fiscal, la facturación del grupo mermó un 39,1% a pesar del notable acelerón del canal online, que se disparó un 86%. El cierre de la mayoría de tiendas durante buena parte de ese periodo obligó a sus directivos a echar mano de dos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y a un ajuste de 18 trabajadores.

Con la idea de construir un cuartel general a medida de la globalización de la marca de ropa y accesorios, Bimba y Lola llegó a firmar en diciembre de 2017 un preacuerdo para hacerse con seis parcelas con un total de 21.000 metros cuadrados en Porto do Molle (Nigrán). Sin detallar las causas, el proyecto se canceló un año y medio más tarde.

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