Conexión naval Vigo-Tahití

Vigo abre conexión naval con Tahití. El astillero en la ciudad del grupo asturiano Armón está a punto de entregar el ferri de 77 metros de eslora para la naviera SNGV2, un barco de casi 30 millones de euros (está valorado en 3.400 millones de francos del archipiélago) y capacidad para 675 pasajeros. El Terevau Piti está ahora mismo con los últimos retoques y realizando las últimas pruebas antes de su partida al archipiélago.

El naval de Vigo es conocido por su buen hacer en el mercado de los ferris, aunque principalmente en los de esloras superiores a los 100 metros. Tanto Hijos de J. Barreras como la extinta Factorías Vulcano realizaron embarcaciones para navieras como Baleària, Armas (Barreras tiene un contrato en vigor para esta armadora) o Trasmediterránea.

En el caso del ferri de Armón Vigo, su contratación se realizó a finales de 2018. La naviera encargó el diseño del que se convertirá en su segundo barco a la ingeniería gala Mauric. La quilla fue colocada en octubre del siguiente año y la botadura tuvo lugar el pasado verano, en plena pandemia. Como es habitual, en su obra participaron decenas de firmas auxiliares, como por ejemplo la viguesa Fluidmecánica, que suministró dos cabrestantes verticales, molinetes, y el servotimón, o la firma vasca Oliver Design, que se adjudicó el diseño y habilitación llave en mano.

Precisamente está previsto que esta semana terminen los trabajos en el interior y que la entrega (que en un principio estaba prevista para el pasado 29 de enero) tenga lugar en las próximas semanas. La naviera contaba con el barco para trabajar ya en abril en la línea que cubre entre las islas de Papeete y Moorea, un trayecto de 12,5 millas de distancia en el que además de pasajeros transportará también vehículos.

El acto de entrega (al que seguirán 40 días de navegación) constituirá un hito, el de la primera embarcación del naval vigués creada para surcar los mares de la Polinesia Francesa. Y quién sabe si el primero de muchos, algo que sería una muy buena noticia para un sector necesitado tras ser golpeado por los efectos económicos del COVID. De hecho, precisamente Armón es el único que fue capaz de firmar un contrato en todo 2020, una tendencia que el sector espera poder revertir a lo largo de 2021.

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