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Mecanismo

La necesidad de hacer frente a las enormes consecuencias sociales y económicas, así como regular los diferentes desajustes en los estados integrantes de Europa, causadas por la pandemia COVID, la Unión Europea ha impulsado de forma extraordinaria la estructuración de fondos financieros integrados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Next Generation. Inicialmente ha costado superar la animadversión por parte de importantes de países socios en la Unión, respecto a la sindicación del esfuerzo financiero que es preciso realizar, no obstante, el montante global del plan ha alcanzado 800 mil millones de euros.

En forma de subvenciones se destinarán 312,5 mil millones, de los cuales, a España, entre 27 países, le asignan 69,5 mil millones que representa un 22%. Estas subvenciones más lo proveniente de otros instrumentos de deuda pública europea, hará que España disponga de 140 mil millones de euros, un volumen de recursos realmente impresionante que sin duda contribuirá a su desarrollo en las próximas décadas. Recientemente el Parlamento Europeo ha aprobado el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que está estructurado atendiendo a los objetivos estratégicos de la Unión que van desde atender el Pacto Verde Europeo, pasando por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, hasta aspectos concretos de reformas e inversiones que aborden debilidades estructurales de las economías de los países de la Unión, con aumento de la productividad y competitividad, con el fin de impulsar el desarrollo de las economías nacionales y reducir desigualdades y divergencias en la Unión.

El mecanismo aborda cómo actuar en el mercado interior de la Unión, el sistema de ayudas directas, las reformas e inversiones para la autonomía estratégica de la UE, basados en los seis pilares de la recuperación: Transición ecológica, transformación digital, crecimiento inteligente, sostenible e integrador, cohesión social y territorial, salud y la resiliencia económica, social e institucional e infancia y juventud.

Las ayudas se deben abonar “en función de la consecución de resultados respecto de los hitos y objetivos del plan de recuperación y resiliencia”, por tanto, serán ayudas directas asociadas a proyectos públicos – privados concretos de gran alcance transformador, presentados en competencia, para escoger los de más calidad e impacto con lo que debe haber poco espacio para el reparto de fondos utilizando prácticas ineficientes demostradas por la escasa capacidad para certificar ejecución de sus propios proyectos en el pasado e influencias políticas espurias.

*Economista

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