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La escasez de chips que sacude al motor llega a Balaídos, que pierde 2.000 coches

La planta de Stellantis en Vigo Ricardo Grobas

La falta global de semiconductores obliga a la planta de Stellantis y a sus proveedores a parar un día

La escasez global de los microchips empleados en el sector de la automoción ha llegado finalmente a Vigo. La planta de Stellantis en la ciudad dejará de fabricar hoy 2.000 vehículos debido a la falta de semiconductores, siguiendo de esta forma la estela de otras factorías del grupo y confirmando los temores de las últimas semanas manifestados por los sindicatos. La situación, que arrastrará consigo a los proveedores del sector en la ciudad y su área (especialmente aquellos con una mayor dependencia de la planta en cuanto a pedidos), obliga a la dirección a suspender el cuarto turno de este domingo en las dos líneas y también el de la noche.

Los fabricantes de automóviles de todo el mundo se han visto afectados desde inicio de año por la escasez de microchips. Los fabricantes de este componente, fabricado especialmente en Taiwán (aunque también llega de otras partes de Asia), vieron incrementada la demanda a lo largo del pasado año y el inicio de este debido a su utilización en dispositivos tan esenciales durante la pandemia como los móviles, tablets u ordenadores. A ello se sumó el estreno mundial de la nueva PlayStation. La conocida marca de videoconsolas (de Sony) lanzó la esperada PS5, lo que provocó un incremento descomunal de la necesidad de estos microchips para su fabricación ante la fuerte demanda por parte del público (hubo varios meses de espera para poder hacerse con una unidad).

En el caso de la automoción, este componente es utilizado para la gestión del motor o de los sistemas de asistencia a la conducción. Según fuentes del sector, los principales afectados por el desabastecimiento de este semiconductor son aquellas que tienen relación con EE UU, como es el caso de Ford (con planta en Almussafes, Valencia), o de Opel, que hasta la compra por parte de PSA en 2017 formaba parte del grupo GM. Sin embargo, otros muchos fabricantes se vieron obligados a cortar la producción, Volkswagen, Daimler, Subaru, Toyota o Nissan entre ellos.

Balaídos sigue de esta forma la estela de otras factorías del nuevo grupo fruto de la fusión de PSA y FCA. Hasta la fecha las plantas de Stellantis que habían resultado afectadas por este problema de escala global fueron las de la marca Opel en Figueruelas (Zaragoza) o Eisenach (Alemania), así como la de FCA en Melfi (Italia), donde esta misma semana anunciaron nuevos paros en la fabricación de los modelos Jeep Renegade y Compass y el Fiat 500X, que tendrán lugar del 22 al 23 de febrero.

La automoción de Vigo, por su parte, empezará ahora a notar los efectos, aunque la dirección de la planta ya había trasladado a la plantilla que se habilitarían turnos y jornadas en caso de pérdidas productivas. Así, el próximo mes los turnos de noche tendrán una duración de siete horas y media, habilitándose el domingo 28 y, en caso de persistir la caída en la fabricación también el 4 de abril. En lo que respecta al cuarto equipo (de fin de semana), está previsto que trabajen todos los fines de semana, además de los festivos del día 19 (con un horario de 12 horas) y los 1,2,3 y 4 de abril con un horario de 10 horas, iniciando su jornada a las seis de la mañana. Mientras, en la parte de baterías se eliminará ese cuarto turno, al menos hasta que aumente la cadencia de la furgoneta eléctrica. El fin de semana del 13-14 de marzo será el último.

El “La Surprise” el día que amarró en Punta Castiñeira MARTA G. BREA

El cierre de la ruta a Tánger deja en tierra a “La Surprise”

El buque La Surprise, de la flota de Líneas Suardiaz, dejó una estampa poco habitual el pasado jueves cuando pasó con sus 142 metros de eslora bajo el puente de Rande para realizar un período de parada. El buque llegó por la mañana al cargadero de piedra situado en Punta Castiñeira debido a la caída de carga de trabajo en sus rutas, especialmente en aquellas que conectan con los puertos del norte de África al caer la autopista del mar.

La conexión entre los puertos de Vigo y Tánger (en el norte de Marruecos) se quedó sin actividad a principios de mes y apenas cuatro meses después de su reanudación. La “falta de flujo” en esta prolongación hacia el sur de la línea entre Nantes-Saint Nazaire (Francia) y la ciudad olívica obligó a frenar por completo su actividad, dejando a buques como el La Surprise en tierra.

Al igual que con los seis meses de parón por el impacto del COVID, la terminal de Bouzas vio cómo se cae este enlace a través del que se mueven preferentemente vehículos y piezas para la automoción entre Vigo, Francia y las plantas marroquíes del grupo Stellantis (antes PSA) y Renault en Kénitra y la propia Tánger, respectivamente.

El buque ahora en Rande estaba ocupando espacio en Bouzas y se tomó la decisión de llevarlo a su ubicación actual, provocando las miradas de los curiosos durante el traslado bajo el icónico puente.

1 Tensiones en el abastecimiento

La demanda de móviles, tablets y ordenadores ha provocado tensiones en

el abastecimiento de microchips que afecta

al sector del auto.

2 Paros en todo el mundo

La falta del componente está provocando paros en factorías de todo el mundo y de diversos fabricantes, también de Stellantis.

3 Un temor que ahora se confirma

Tras verse afectas las plantas de Opel o de FCA, la de Balaídos se había librado hasta ahora. La pérdida inicial de producción será de 2.000 vehículos.

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