Los planes de Portugal con el litio anunciados este semana de cara a la fabricación de baterías para el sector de la automoción se miran con envidia por parte del sector minero gallego. Desde la Cámara Oficial Mineira de Galicia tienen claro que la comunidad tiene un gran potencial con este y otros recursos clave. El vigués Pablo Núñez, delegado en la región del Colegio Oficial de Geólogos, opina en el mismo sentido. A su juicio es necesario “fomentar la investigación” antes de que esto se convierta en “una oportunidad perdida”.
–¿Qué le parece el proyecto de Portugal para explotar el litio junto a España en fronteras como la gallega?
–Es algo tremendamente interesante y lo que hay que hacer. La primera obligación que tiene que tener un Gobierno es conocer los recursos de su subsuelo y a partir de ahí hacer una explotación ordenada de lo que tiene o por lo menos planteársela. Portugal apuesta claramente por el litio y para la UE es algo fundamental, así lo demostró al incluirlo como novedad en la última lista sobre materias primas estratégicas, que sale cada tres años. Los geólogos sabemos que hay bastantes indicios de litio en zonas como Galicia, el norte de Portugal y Extremadura, pero hace falta investigación.
–Entonces, ¿conocemos en Galicia los recursos que tenemos?
–No. En Galicia sabemos que hay esos indicios de litio desde hace mucho tiempo, pero no se ha investigado y cuantificado, no se ha hecho trabajo para caracterizar mejor ese recurso. Es muy interesante pero no se hicieron análisis sobre el subsuelo. Sabemos que existen en muchas zonas como Verín, muy cerca de Chaves [Portugal], y sabemos que sin duda hay en otros sitios. Hay alguna cartografía antigua en la que se definen algunas anomalías de suelos y las masas rocosas del sur de Pontevedra son muy favorables a la presencia de litio, pero no se ha investigado.
–¿Por qué?
–Probablemente quizá por la importancia del elemento. El litio suele estar asociado al estaño y wolframio, recursos que han tenido más importancia en el pasado y que han centrado más la investigación. El litio adquirió más importancia en los últimos años como material estratégico y en Galicia no nos hemos centrado, pero tendremos que hacerlo. La única mina metálica que tenemos en Galicia está en Penouta, Viana do Bolo, y allí se aprovecha lo que antes era un estéril del proceso minero que hoy en día tiene un gran valor. Lo mismo puede ocurrir con el litio, pero no hemos sido capaces de actualizarnos y ponernos al día.
–¿Por qué existe esa diferencia de criterio entre Portugal o Extremadura con otros territorios con potencial minero como el nuestro?
–No sé si es una cuestión de interés político o de las empresas. Es cierto que hoy en día poner minas en funcionamiento es difícil, pero Extremadura tiene hoy en día tres minas metálicas en funcionamiento y es una comunidad que ha favorecido bastante al sector. También Castilla y León, que no tiene litio, potencia los recursos que tiene con una empresa pública para incentivar la exploración y explotación. En Galicia es más complicado, no sé si por presión social sobre las decisiones de los políticos pese a ser una de las zonas de Europa con una mayor riqueza mineral.
–¿Es un espejo en el que mirarse el caso de Castilla y León?
–No soy partidario de crear empresas públicas, pero lo que sí me gusta de Castilla y León es el fomento al sector. Deberíamos estudiar diferentes alternativas, porque estoy convencido de que la industria del futuro pasa por la minería, ya que necesitan materias primas para transformarlas. Según la UE, el 80% de la industria del continente se nutre de materias primas que extraemos de la minería, por eso es importante tener unas buenas cadenas de abastecimiento. Además, cualquier proyecto minero que se implante en la comunidad va a traer empleo y mejora en el nivel de vida de la población. Además, las minas se establecen habitualmente en zonas rurales, donde tenemos un problema de despoblación importante.
"Las minas se establecen habitualmente en zonas rurales, donde tenemos un problema de despoblación importante"
–Para la fabricación de baterías del coche eléctrico hay demanda de otros materiales como cobalto o níquel. ¿Qué papel puede jugar ahí Galicia?
–Galicia tiene mucho potencial, ya que en la comunidad hay unas rocas llamadas ultramáficas que se encuentran principalmente en el conocido como complejo de Ordes, en la provincia de A Coruña. Allí hay una serie de rocas que son favorables para que tengamos algún yacimiento de níquel y cobalto. Aunque el potencial es inferior al del litio, pasa lo mismo, tampoco se ha investigado lo suficiente. Estoy convencido de que a poco que se investigue en los próximos años vamos a tener noticias muy favorables respecto al cobalto. De hecho, los últimos hallazgos en torno a este recurso y al níquel han sido asociados a otros proyectos sobre el wolframio y demás, pero a base de investigar se han encontrado estos otros elementos.
–¿Qué se puede hacer para encender esa chispa que haga despegar al sector de la comunidad?
–Creo que tenemos que perder el miedo a las minas. Hoy en día hay proyectos mineros muy importantes funcionando en España, generando mucho trabajo. Andalucía es un ejemplo: allí se apostó claramente por el sector, dando empleo a más de 30.000 personas y una inversión acumulada de más de 2.000 millones de euros. En Vigo por ejemplo tenemos la Escuela de Minas de la que han salido ingenieros que dirigen proyectos modélicos en todo el mundo. Contamos con la tecnología, el recurso y la legislación. Solo nos hace falta dar el paso y seguir el ejemplo como el que nos da Andalucía, donde también hay un cuidado del medio ambiente.
