Con la publicación entre hoy y el próximo lunes del segundo plan de rescate de la Xunta por la crisis del coronavirus en el Diario Oficial de Galicia (DOG), hostelería, comercio, gimnasios y el resto de sectores y colectivos afectados por las últimas restricciones para contener la nueva ola de casos podrán acceder ya al paquete de ayudas dotado con 75 millones de euros. La conselleira de Emprego e Igualdade, María Jesús Lorenzana, comentaba en una reciente entrevista con FARO que confiaba en “atenuar” así el impacto de los cierres y las reducciones de horario en la caja de las empresas y el mercado laboral.
En enero apenas se notaron. La entrada en vigor el día 27 dejó solo dos días laborables para gestionar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ceses de actividad o suspensión de contratos, de ahí que la comunidad cerrase el mes con menos parados que en diciembre (3.603), algo que nunca había ocurrido; e incluso sumó 3.719 afiliaciones en los datos de la última jornada de enero. ¿Qué pasó? Pues, entre otras causas, que las empresas de trabajo temporal (ETT) recuperaron de repente buena parte del territorio perdido en todo el año de la pandemia.
Las cotizaciones en las llamadas “actividades relacionadas con el empleo” se dispararon casi un 64% en solo un mes. La nómina supera las 12.000 personas tras incorporar 4.669 altas en enero en la comunidad, según los últimos datos de la Seguridad Social recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). No son realmente un sector económico. De hecho, este tipo de grupos, presentados habitualmente como especialistas en Recursos Humanos, opera para otras compañías aunque el empleado está a todos los efectos bajo su responsabilidad.
“Es una subida muy llamativa”, explica Maica Bouza, responsable de Emprego de CCOO en Galicia. Las ETT ejemplificaron el ajuste laboral por la crisis del COVID-19, centrado en el personal más precario. De las 11.092 afiliaciones que manejaban en febrero pasaron a 55.600 tras el primer estado de alarma. “Han recuperado prácticamente el volumen de empleo que tenían, algo que no ocurre en otros sectores, incluidos aquellos para los que trabajan las ETT”, apunta Bouza. “Se están convirtiendo en una vía de flexibilización en la contratación por la incertidumbre económica –añade– como alternativa a un contrato temporal convencional”.
"Las ETT se están convirtiendo en una vía de flexibilización de la contratación"
Con las ETT vinieron cuatro de cada diez nuevas altas en el mercado laboral. Ninguna otra actividad creó más empleo que las ETT el mes pasado en Galicia. Hay dos sectores con muy buen comportamiento de la ocupación a último día de enero. La industria de la alimentación añadió 3.151 afiliaciones, un 11,5% más que al final de diciembre; y 1.507 (2,8% de alza) la educación. En ambos casos las cifras encajan con el número de cotizantes que las dos actividades perdieron en diciembre, probablemente a causa del cese de contratos por las vacaciones de Navidad.
Fuentes del sector de la alimentación confirman a FARO que no se han puesto en marcha proyectos de tanta relevancia como para explicar el incremento. Algo, por cierto, que se repite todos los años, a pesar de que el último mes del año coincide con una época intensa para las compañías vinculadas a la cesta de la compra. “En la educación es muy claro. Se ha dado de baja al personal y lo volvieron a contratar después de las Navidades”, detalla Maica Bouza, que alerta de los primeros síntomas de agotamiento en el comercio: las tiendas minoristas perdieron 2.018 empleos.
Agotamiento del comercio
Solo supera al comercio la sangría que sigue en hostelería, donde se destruyeron otras 2.297 afiliaciones. La caída en la administración pública fue del 1.172; otras 617 en sanidad; y 271 en actividades deportivas, recreativas y de ocio. Entre los que mejor aguantan está el transporte terrestre (423 altas); y la construcción, con 361 nuevos empleos en actividad especializada y otros 323 en edificación.
Los afectados por ERTE suben a 900.000 en toda España
El número de afectados en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) rozó los 900.000 entre el 1 y el 11 de febrero, tras sumar casi 140.000 personas en comparación con los datos de enero (738.969), según reveló ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Hasta el 11 de febrero, el número fue de 878.000 trabajadores (139.031 personas más), aunque José Luis Escrivá adelantó que en las próximas semanas habrá una reducción “significativa” de los trabajadores que están acogidos a este mecanismo. En Galicia había al cierre de enero 31.308. En un encuentro con el Consejo General de Economistas, el ministro señaló que desde noviembre la evolución de los ERTEs está vinculada a la adaptación de medidas de limitación de la actividad y al diferente nivel de recuperación de los sectores. En el promedio de los últimos meses (desde octubre), el 25% de los trabajadores en ERTE están en suspensión parcial de empleo, desarrollando algún tipo de actividad. También cree que este mecanismo debe seguir adaptándose a las distintas realidades en la suspensión de empleo.
18.000 demandantes menos tras el fin de renovado automático
Los demandantes de empleo en Galicia no tuvieron que acudir a las oficinas de la Xunta a renovar su solicitud desde que estalló la pandemia por las restricciones en los desplazamientos primero y para evitar después al máximo los contactos. Se hizo de forma automática hasta el pasado enero, cuando el sistema volvió a la normalidad, aunque con una vía adicional por vía telemática. Coincidiendo con el cambio, entre las 50.333 bajas en las demandas, más de 18.200 fueron por falta de renovación, el doble que en enero de 2020 (9.780). Traballo asegura que todavía hay que esperar a la evolución de los próximos meses para saber cuánto influyó.
