El teléfono sonó en el tiempo de descuento, cuando los representantes de los trabajadores del metal de Pontevedra tenían todo preparado ya para iniciar las protestas por la parálisis de la negociación del convenio colectivo. Dos meses estuvieron sin verse, hasta que las patronales del sector citaron de nuevo a los sindicatos el pasado día 3, justo la jornada prevista para las primeras concentraciones en Vigo y Valga. Tanto había que repasar de las 11 convocatorias anteriores que la reunión dio poco de sí.

Las dos partes mantienen sus posturas, con diferencias sustanciales más allá de la siempre delicada revisión salarial, conscientes ambas de que mucha gente está pendiente de lo que decidan. Y no solo del gremio. Por su relevancia dentro del tejido productivo y el arraigo del convenio, el metal es un espejo al que miran otras actividades. ¿A dónde se llegará en un escenario condicionado en casi todo por la crisis del coronavirus? Hoy, y van 13 veces, vuelven a encontrarse y hay cierta sensación de que, para bien o para mal, puede ser un momento clave.

"Llevamos una contraoferta con toda la voluntad del mundo para debatir"

Rubén Pérez - Secretario general de Industria de UGT Vigo

“Llevamos una contraoferta con toda la buena voluntad del mundo para debatir”, avanza Rubén Pérez, secretario general de Industria de UGT Vigo. A diferencia de los últimos seis convenios firmados, esta vez las tres centrales van de la mano. Si hay acuerdo, será probablemente unánime, de ahí que los sindicatos insten a las empresas a aprovechar “esta gran oportunidad de estabilidad laboral y paz social”.

“Somos conscientes del impacto global del COVID-19, pero los trabajadores del sector han dado el callo este año, la mayoría solo pararon cuando lo mandó el Gobierno y hay actividades, como talleres y todo lo que tiene que ver con reformas de casas, que se están moviendo mucho”, remarca Celso Carnero. “Tanto as políticas de la UE como las del Gobierno van en la línea de incentivar la industria y no los recortes que plantean las patronales –añade el secretario general de CCOO Industria de la comarca viguesa–. Ni estamos pidiendo nada desproporcionado, ni podemos olvidar que no venimos de subidas importantes para encajar en esa foto en blanco que marcan las empresas”.

"Las políticas de la UE y el Gobierno van a incentivar la industria y no los recortes"

Celso Carnero - Secretario general de CCOO Industria Vigo

Blanca, porque Asime, Atra e Instaelectra descartan tocar los salarios de 2020. Para 2021 su planteamiento es un alza del 1,5%, “que debatiremos”, señala Enrique Mallón, secretario general de Asime y portavoz de las organizaciones en la negociación. “La situación en el sector es de pérdida de empleo y facturación de dos dígitos en cualquier actividad y el panorama para buena parte de este año no es alentador, sobre todo en las pymes”, argumenta. Las patronales del metal apuestan por un convenio “de transición” para ponerse en 2022 a renovarlos “con más previsión y garantías”.

"El empleo y la facturación cae en cualquier actividad del metal a doble dígito"

Enrique Mallón - Secretario general de Asime y portavoz de la patronales

Además de la remuneración, Mallón pone el acento en la incorporación del acoso laboral en el convenio y considera fundamentales la apertura al empleo de ETT “para aquellas empresas con un 65% de empleo indefinido al menos y el pago de la indemnización de los eventuales a final de contrato, como fija el Estatuto de los Trabajadores”. Hasta ahora se prorrogateaba mes a mes. “No tiene sentido eso en un convenio moderno”, asegura, convencido de que los casos de empresas que obligan a los temporales a renunciar al cobro para contratarlos otra vez “es residual”. “Seremos los primeros en denunciar”, defiende.

“Ese chantaje al final del contrato sigue existiendo”, afirma Xulio Fernández, secretario comarcal de CIG-Industria. “Las patronales pretenden aprovechar el COVID-19 para empobrecer el convenio –continúa–. Es inaceptable la oferta salarial cuando el IPC de 2020 fue del 0,8% y la barra libre que quieren para las ETT”. Celso Carnero tilda de “visión arcaica” la justificación del 0% en los sueldos de 2020 porque “ni siquiera es por temas económicos, sino por imagen e incluso política”.

"Las patronales pretenden aprovechar el COVID-19 para empobrecer el convenio"

Xulio Fernández - Secretario comarcal de CIG Industria

Con la bajada de encargos y lo mezclado que está el sector con otras actividades que tienen su propio convenio –los vendedores de concesionarios, por ejemplo, están en el de comercio-metal–, es difícil saber cuántos trabajadores quedan bajo el paraguas de este acuerdo. Los sindicatos estiman que entre 25.000 y 30.000. La pandemia ha sido un lastre para las negociaciones, con un parón importante el pasado ejercicio. Eso se nota también en el resto de sectores. Entre enero y diciembre se firmaron en Galicia 182 convenios, 44 menos que en 2019, que afectaron a 133.800 empleados, frente a los 314.600 del ejercicio anterior. La revalorización media se recortó un 15%, hasta el 1,8%.