La carcajada resuena en todo el despacho, una elocuente respuesta al confeso golpe de realismo del entrevistador con su propia edad. Es, tras 20 años de oficio, la primera charla con un alto cargo de la Xunta más joven que él. “¿Eso es bueno o malo?”, bromea María Jesús Lorenzana. A ella la precocidad le sirvió para esquivar el enfrentamiento con un grupo de manifestantes ávidos de bronca. Ninguno pensó que aquella joven de apenas 30 años llevase la secretaría general técnica de la Consellería de Traballo. Lo fue también en Medio Ambiente y en Medio Rural. Con 40 vuelve a su primer destino, aunque ahora como conselleira, culmen, de momento, de una meteórica carrera dedicada entera a la administración desde que entró en la escala Letrados autonómicos por oposición con solo 26 años. “Creo profundamente en la experiencia y en que se necesitan años de trabajo para desempeñar bien un puesto”, asegura esta abogada coruñesa, firme defensora también de que técnicos y políticos están condenados a entenderse. “Las buenas ideas –subraya– se tienen que poder plasmar”.
–Delicada esa combinación en una pandemia, como demuestra la polémica defensa del presidente de la Xunta de “salvar la Navidad”. ¿Se están siguiendo más criterios políticos que técnicos?
–No.
–¿Ni para la economía?
–La primera meta de Galicia, y creo que de todas las administraciones, es evidentemente la salud de las personas, pero intentando afectar lo menos posible a la economía. En un escenario de incertidumbre, lo único que se puede hacer es tener en cuenta la opinión de todos los expertos, sanitarios, pero también económicos, para, en la medida de los posible, lograr ese equilibrio complicado para cualquier gestor. No podemos juzgar las medidas cuando ya vimos los resultados. La crítica así es sencillísima.
–¿Por qué baja el paro en Galicia por primera vez un enero y suben las afiliaciones a último día, unas 3.700, pese a caer la media mensual casi 10.000?
–Hay que ver los datos del paro, afiliaciones, la situación económica en general, con prudencia por la absoluta inestabilidad. Las fluctuaciones son continuas.
–A diario visto lo de enero.
–Dicho eso, en un escenario idéntico en el resto de España, en Europa, prácticamente en todo el mundo, Galicia tuvo un comportamiento sustancialmente mejor. Desde el peor momento de abril hemos recuperado más de 5.000 empleos. La bajada de afiliación en enero es cierta, pero también la subida del último día de mes, que se corresponde con la caída del paro, y que esa reducción de la media es la menor desde 2007 en un enero condicionado siempre por el fin de la época navideña y las rebajas.
"La bajada de afiliación en enero es cierta, pero también la subida del último día de mes, que se corresponde con la caída del paro"
–Porque también este año se contrató menos.
–No tendría ningún sentido decir que Galicia va genial. Hay un montón de familias detrás del 10% de subida anual del paro que lo pasan muy mal, en una situación de incertidumbre total, al igual que los que están en ERTE, los autónomos, esos negocios al límite... Ahí está la labor del gobierno. Somos la única comunidad con planes de rescate reales y a la altura, dentro de nuestra capacidad económica, de cualquier estado europeo.
–El PIB o las exportaciones confirman la mayor resistencia. Pero, si las últimas restricciones de hostelería y comercio se tomaran antes, ¿hubieran bajado hasta los ERTE?
–Las restricciones son un factor del equilibrio. La capacidad del área económica de la Xunta para mantener los negocios, otro. ¿Cómo funciona esto? No hay una varita mágica. Esto no va a ser la solución a todos los males, pero quiero pensar que los sectores cerrados o restringidos van a mantenerse con el dinero inyectado. Es imposible cubrir la falta de ganancias de todos y debemos ir a los realmente afectados. Después de dialogar mucho con los agentes sociales vimos que una bajada del 45% en la facturación deja al negocio ya en una posición débil, no solo a la hostelería, afectadísima, sino a otras actividades que cerramos el 26, como los gimnasios y el ocio infantil, que están también en las órdenes de ayuda. Los datos de enero evidentemente no muestran todavía las consecuencias de los cierres.
–¿Lo veremos en febrero?
–Sí, pero espero que atenuado por las medidas económicas.
"Los efectos de las nuevas limitaciones se notarán en los datos de febrero, pero confío que atenuados"
–Una de las cosas que la Xunta destaca del segundo plan de rescate es la agilidad en la tramitación. ¿Faltó planificación en el primero o hay que entender que la administración tiene límites?
–La regulación de ayudas públicas, incluso a nivel europeo, no está adaptada a una pandemia de este calibre porque se plantean, como tiene que ser, a proyecto finalizado o, como mucho, con un anticipo. Lo que hemos hecho es concebirlas como ayudas por una situación objetiva, semejantes a las de violencia de género. Si hay una orden de alejamiento, usted no tiene que justificar nada porque está en una situación en la que necesita el dinero. En este caso la causa es el cierre o la bajada del 45% en el negocio es porque yo se lo he dicho. Todos los mecanismos jurídicos, administrativos e informáticos funcionaron para dar la liquidez inmediatamente. A partir de ahí, la administración tendrá que vigilar y comprobar porque son fondos públicos. Siempre habrá un porcentaje de incumplimiento, pero residual.
–¿Y en los ERTE? ¿Hay un problema relevante de fraude?
–No tengo los últimos datos. Es cierto que hay una bolsa de fraude, pero ese es el papel de la Inspección de Trabajo y lo importante es que funciona. En esto y en otras cosas del sistema tenemos que acostumbrarnos a gestionar rápido y acostumbrar también al ciudadano a que se va a inspeccionar y corregir a quien lo haya hecho mal porque, de lo contrario, el sistema cae.
FICHA PERSONAL
María Jesús Lorenzana (A Coruña, 1981) es licenciada en Derecho por la Universidade de A Coruña. En mayo de 2007 ganó la oposición para la escala de letrados de la Xunta. Fue asesora jurídica en Presidencia y secretaria general de tres consellerías. El 6 de septiembre asumió la cartera de Emprego e Igualdade.
–La proliferación de la precariedad con tantos temporales y jornadas parciales, ¿sirvió de acelerante a la crisis? Es la mayoría del empleo destruido estos meses.
–Un empleo parcial o temporal es más débil por su propia naturaleza. Es el último en entrar y el primero en salir. Ahí es donde tenemos que saber reconducir con formación en capacidades hacia actividades en las que es posible tener un trabajo indefinido.
–Pero admitirá que hay mucho falso temporal.
–El empleo temporal está muy restringido en el Estatuto de los Trabajadores.
–Eso no significa que no haya abuso.
–También es cuestión de la Inspección de Trabajo, que hace una magnífica labor en Galicia y en toda España. Puede haber bolsas de fraude como en cualquier país, pero no diría que tanto.
"Hay que gestionar rápido y acostumbrar al ciudadano a las inspecciones"
–Entonces, aunque no está en sus competencias, ¿usted no tocaría las formas de contratación?
–Este y cualquier otro extremo del Estatuto de los Trabajadores debería tocarse en una situación de mayor estabilidad y en el marco del Diálogo Social. Con los sindicatos, por supuesto, pero con los empresarios también porque si caen los negocios, cae el empleo. Como decía usted, no es mi competencia, ni digo que no haya que modificar cosas. El derecho regula las relaciones sociales y económicas y una de sus obligaciones es adaptarse a la sociedad en cada momento.
–¿No ahora?
–Hay otras cosas urgentes.
"El nuevo sistema de empleo anticipará la formación que necesitamos para los parados"
–Galicia perdió desde 2007 la mitad de sus afiliados menores de 35 años, unos 188.000. ¿Quién va a trabajar dentro de 20 años?
–Tenemos que aprovechar nuestras peculiaridades para captar más fondos europeos, que en gran medida vienen para fijar población en el territorio. Desde Emprego vamos a aprovechar la gran oportunidad para generar empleo con pequeños proyectos en el rural que satisfagan necesidades no cubiertas y creen otros empleos secundarios.
–Hay sectores que siguen contratando, las TIC, y no encuentran trabajadores cualificados.
–En ese y otros sectores. Estamos implementando una reforma de todo el sistema público de empleo en la comunidad.
–Anunció que será “un cambio absoluto”. ¿Cómo?
–Básicamente es una moderanización tecnológica. Cualquiera podrá acceder con una aplicación como demandante o una empresa en busca de trabajadores. El sistema usará inteligencia artificial para cruzar oferta y demanda, bebiendo de todas las fuentes que existen, de manera que podamos saber qué perfiles y sectores están buscando para anticiparnos a esas necesidades concretas y orientar la formación y los trabajadores hacia ellos.
