La Agencia Tributaria reforzará este año el control de personas físicas que aparentan ser no residentes en España para rebajar su carga fiscal. Para eso utilizará herramientas de análisis masivos de datos (big data), lo que supone una novedad en el ámbito de los patrimonios relevantes deslocalizados. Ese es uno de los puntos del plan de control tributario 2021, cuyas directrices se publicaron ayer en el BOE.

Este reforzamiento se produce pocos días después de que algunos populares youtubers, entre ellos El Rubius, anunciaran que se han mudado a Andorra para reducir su carga fiscal. Las labores del año pasado en este ámbito permitieron hacer un análisis de residencia de manera sistemática sobre un amplio colectivo de contribuyentes que figuran como no residentes en las bases de datos tributarias.

El estudio en profundidad de esos datos “ha facilitado la obtención de los indicios necesarios para determinar la residencia en España de algunos de estos patrimonios relevantes, lo que permitirá, a partir de este año intensificar las actuaciones de control de ciudadanos deslocalizados”, según recoge el plan.

Las directrices del plan de control tributario tienen en cuenta el impacto de la crisis sanitaria sobre la planificación de la AEAT en 2020 y, “posiblemente”, también en el ejercicio de 2021, planteando la consolidación y modulación de líneas de actuación que el pasado año pudieron resultar afectadas por la pandemia, como el plan de visitas presenciales y la “irrenunciable” práctica de la personación en negocios cuando hay indicios de economía sumergida.

Las labores de control se dirigirán este año también a otras dos nuevas figuras tributarias, que entran en vigor, la denominada tasa Google, que recae en compañías digitales y la tasa Tobin, sobre determinadas transacciones financieras.

Según el mencionado plan, uno de los pilares del combate contra la evasión tributaria “será la aprobación del proyecto de ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal”. A su vez, se priorizará el control de los riesgos fiscales de aquellos contribuyentes que menos se hayan visto afectados por los efectos económicos del COVID-19.

Declaración de la renta

Una de las novedades en el ámbito de asistencia es que se pondrán en marcha durante la próxima campaña de la declaración de la renta “una herramienta para predecir errores en la declaración y advertir de ellos al contribuyente”». Para ello se hace uso de técnicas de aprendizaje automático a partir de regularizaciones de años anteriores.

A partir de ahí, la nueva herramienta hará una selección de contribuyentes que pueden cometer equivocaciones en determinadas casillas del apartado de rendimientos del trabajo (en el futuro se podría ampliar el alcance a otros apartados de la declaración) con el objetivo de avisarles de ese eventual error si deciden modificar el borrador que les ofrece la Agencia y evitar así una posible regularización posterior.

Asimismo, el plan recoge que también se seguirán impulsando las labores de control de las operaciones realizadas con criptomonedas además de continuar con el control del comercio electrónico, entre otras medidas.