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Las auxiliares reclaman contratos en vigor a Barreras: “Esperamos respuestas claras”

Estado de construcción de los primeros cruceros de Havila en el astillero turco Tersan. | // ELPRO

La actividad a bordo de la construcción 1705 de Hijos de J. Barreras, el crucero premium para The Ritz-Carlton Yacht Collection (marca comercial que explota Cruise Yacht OpCo Limited), está lejos de los parámetros habituales para este tipo de buques y el estado actual de ejecución. La cifra de operarios está en niveles próximos a los de mayo, con menos de 200, que tican en los tornos que dan acceso al barco. “Se ha reducido estratégicamente para acompasarlo a los tiempos del COVID y al ritmo de cómo el proyecto está siendo financiado”, apuntó, antes de Navidades, el astillero. Es un ralentí que la industria auxiliar aprecia no solo con el Evrima, sino con el devenir de una empresa que hace un par de años llegó a recibir a más de 1.500 trabajadores diarios, con pleno rendimiento en gradas y varadero. Ahora, tras superar una amenaza de quiebra y con nuevos propietarios, todo pasa terminar el crucero premium, para lo que Barreras ha solicitado ayudas públicas a Estado y Xunta. La única propietaria del astillero, Cruise Yacht, aseguró este domingo en FARO que no faltará el trabajo en Beiramar, y que seguirá haciendo barcos en Vigo. Buena parte de las auxiliares consideran insuficiente esa promesa. Reclaman “contratos cerrados y en cartera”.

“Estamos deseosos de que el proyecto por fin se centre y vaya adelante, es el objetivo número uno”, enfatiza el gerente de la Asociación Clúster del Sector Naval (Aclunaga), Óscar Gómez, que ha agrupado a parte de las auxiliares afectadas por las deudas del anterior equipo gestor –los proyectos Havila y Armas– y las facturas pendientes del Evrima por trabajos ya realizados. “Creemos que solo es posible con una propuesta de plan de viabilidad que contemple ya contratos cerrados y en cartera, condición indispensable también para que se dé luz verde al apoyo público. Las idas y venidas, así como el oscurantismo en la gestión, no son sinónimos de progresos –zanja Gómez–, y la industria auxiliar sigue esperando respuestas claras y planes”. Dentro del plan remitido por el equipo de José Rosado –CEO de Barreras– a SEPI y Xunta figuran dos unidades similares al Evrima. “Viene avalado no solo por la experiencia del nuevo accionista único, sino también por dos nuevos contratos de construcción vigentes”, declaró Rosado a este periódico.

Son las unidades 1706 y 1707, que están firmadas pero que no han entrado en vigor. Es la materialización, el paso que pide Aclunaga para confiar en la palabra de la compañía. Es un hito que requiere de un complejo esquema de financiación y fiscal, como el que se suscribió en 2017 para el que será el primer crucero que habrá ejecutado la industria naval gallega. “La financiación y comienzo del nuevo crucero (1706) están sujetos a la remediación final de Evrima y a la solución de los problemas heredados del astillero”. Es decir, como ha apuntado Rosado, por el desbloqueo de ayudas públicas por importe de unos 38 millones de euros (30 a cargo del fondo de solvencia, que gestiona la SEPI, y préstamos participativos por otros 8 millones de la Xunta). Ambas partidas, de aprobarse, irán de la mano; no habrá aportación del Ejecutivo gallego si Madrid no autoriza la suya. Según la sociedad estatal, el plazo máximo para resolver una solicitud al fondo antiCOVID –homólogo al alemán Wirtschaftsstabilisierungsfonds, que ha rescatado a los astilleros Werften y German Naval Yards Kiel con 271,5 millones– es de seis meses máximo. Barreras espera “poder cerrar un acuerdo a la brevedad posible”, y “tener una propuesta sólida durante el primer trimestre” para saldar la deuda con las auxiliares. El respaldo de fondos públicos, en este caso, se destinaría a abonar facturas del malogrado proyecto Havila y el ferri de Armas, que son las que –en palabras del número dos de Douglas Prothero en el astillero– “no están cobijadas bajo el marco de reestructuración” con el que la atarazana se salvó de la quiebra hace justo un año.

Esos tres meses de espera son asumibles, a juicio de la agrupación de auxiliares Uninaval, creada por la patronal metalúrgica Asime. “Es un plazo asumible, pero les pedimos que atiendan primero a las industrias que están en riesgo. Si en el primer trimestre lo solucionan, a nosotros nos vale”, explica su secretario general, Enrique Mallón. El también portavoz de Uninaval se muestra más complaciente y, como defendió la pasada semana, ha pedido celeridad a las administraciones a la hora de resolver la solicitud de Barreras. “Están apostando por el astillero. El Evrima será un barco emblemático que, sin duda, nos abrirá puertas en este segmento, y eso será muy bueno para toda Galicia”, defiende. De ahí la “urgencia” que reclama de SEPI y Xunta. “El naval gallego no está para desaprovechar proyectos. Que las administraciones supervisen y procedan con toda la rigurosidad”. Uninaval exige, a cambio de su respaldo a los planes de Cruise Yacht, que se salde la deuda por los trabajos impagados de todos los buques, incluidos los que no están en ejecución.

La viguesa Enor instalará los ascensores en los cruceros de la noruega Havila

La naviera Havila Kystruten seleccionó dos astilleros para la construcción de cuatro cruceros, para prestar la ruta entre Bergen y Kirkeness: dos fueron asignados a Tersan (Turquía) y otros dos a Barreras. Los segundos fueron cancelados, y serán ejecutados también en la ciudad turca de Yalova. No les faltará el sello vigués. La compañía Enor (Otis Marine) instalará tres ascensores Gen2 Extension, un desarrollo de última generación fabricado en España y capaz de operar incluso durante un apagón. La empresa se ha convertido en proveedora de gigantes como el astillero alemán Meyer Werft, que le proporcionó un expertise adicional en el mundo de los cruceros. De hecho, los ascensores de Enor también irán a bordo del Evrima, el buque ultrapremium que construye Barreras para The Ritz-Carlton Yacht Collection. El pedido comprende siete ascensores de 630 kilos, con capacidad para ocho personas. Según las últimas cuentas auditadas de Otis, Enor fue la segunda subsidiaria –de su perímetro de consolidación– que más beneficio aportó al grupo, con 5,6 millones de euros, solo por detrás de Otis Elevadores Lda.

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