Se convirtió en una marca consolidada, fuertemente asentada en el mercado nacional y afamada internacionalmente por vestir a buena parte de la realeza europea. Fundada en 1963, la textil Pili Carrera se abrió un hueco en el mercado a partir de un pequeño negocio de prendas de punto para recién nacido y bebé. Poco a poco fue creciendo, hasta disponer de colecciones de bebé, niño, niña, un segmento de puericultura, así como otro de mobiliario. Pero será historia; la compañía ha solicitado la liquidación, según pudo saber FARO en fuentes sindicales.

La dirección de la empresa ha reunido a la plantilla para comunicar su decisión, adoptada después de meses de resultados negativos. “No aguantan más”. La liquidación será, según las mismas fuentes, “inminente”.

Afectará a más de 60 trabajadores directos del grupo, que con toda probabilidad recibirán dejarán de acudir a sus puestos de trabajo en las próximas horas. 

En enero de 2019, cuando abandonó el concurso de acreedores -aprobó un ERE y alcanzó un plan de pagos con sus acreedores-, su deuda superaba los cinco millones de euros.