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La tercera ola deja en “stand-by” 66.500 empleos en Galicia

La tercera ola deja en “stand-by” 66.500 empleos en Galicia | HUGO BARREIRO

Más de 66.500 empleos del sector de restauración y de actividades deportivas quedan en vilo con la ofensiva de la Xunta contra la tercera ola del coronavirus. Desde mañana entrarán en vigor una serie de medidas que, durante tres semanas, bajarán la persiana de la hostelería y los gimnasios, rescindirán el horario del comercio no esencial hasta las 6 de la tarde y cerrarán los centros comerciales durante el fin de semana. La vorágine de disposiciones del Gobierno de Alberto Núñez Feijoo se dejará sentir en la fuerza laboral. Lo que cabe esperar es que a esta tercera del coronavirus le sobrevenga otra de Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE) en Galicia, con más de 66.500 puestos de trabajo en stand-by.

A cierre de diciembre de 2020, eran casi 57.050 los empleos que dependían del sector de comidas y bebidas. Ahora, su operativa queda limitada al take away. Se suman a ellos otros cerca de 9.500 trabajadores del sector de actividades deportivas que se verán impactados por el cierre de los gimnasios. A esto cabe añadir casi 105.100 trabajadores adicionales que dependen del comercio al por menor, considerando como un todo el comercio de alimentación –esencial– y el de otros productos como ropa o electrónica –no esencial–.

Se avecina una oleada de ERTE por fuerza mayor en empresas del sector de la restauración y en gimnasios. Una idea en la que coincide Fabián Valero, abogado laboralista en la firma Zeres. “Y para el comercio habrá ERTE parciales, bien de reducción de jornada o de reducción de plantilla, para adaptar el número de trabajadores al número de horas que estarán abiertos”.

Ya se deja sentir el impacto de las medidas. El presidente de la Federación de Comercio de Pontevedra, Enrique Lago, detalla que los comercios ya acusan una caída de las ventas en las últimas horas de la jornada vinculada al cierre de bares a las 6 de la tarde. “La actividad de mañana seguirá prácticamente igual porque los cierres perimetrales ya estaban”, dice Lago. Por las tardes, no obstante, “no hay gente en la calle”. Aunque no deja de resultar llamativo que la mayor parte de las empresas tratan de mantenerse abiertas y continuar su actividad, pese a que esta se vea limitada, cuenta Varela.

Se hicieron prolíficos llamamientos a salvar la Navidad en un intento por paliar la sangría de ventas de dos sectores, el de la hostelería y el comercio, que encuentran en este periodo un tercio de su facturación anual. Pese a ello, diciembre se saldó como el mes en el que se aplicaron más ERTE en Galicia desde agosto. Hasta 10.933 expedientes que se saldaron con 33.772 trabajadores en modo de espera.

La cifra supone un 82,5% más respecto a octubre, mes en que se registró la cifra más baja de empleados en ERTE de los cinco últimos meses, con 18.505 trabajadores en esta situación.

La situación sanitaria y las restricciones a la movilidad dan respuesta, en buena medida, a estos números, según afirma el secretario xeral de la Confederación Intersindical Galega (CIG), Paulo Carril. Con todo, el líder sindical advierte sobre el uso de los ERTE de forma abusiva por parte de las empresas a la hora de afrontar la crisis, tanto en el cambio de las condiciones del contrato como del horario de los empleados.

La tendencia en el mercado nacional y en el gallego ha ido pareja. Desde agosto, la cifra de expedientes, así como el número de afectados por ellos, ha anotado una tendencia a la baja hasta octubre. Sin embargo, los meses de noviembre y diciembre han registrado crecimientos del 45% y del 25%, respectivamente, en el número de trabajadores afectados por un ERTE.

Mientras el sindicato gallego llama la atención sobre el hecho de que esta medida se está traduciendo en que muchos trabajadores experimenten una modificación en sus condiciones de trabajo, Varela advierte que su despacho asiste a un repunte de consultas sobre despido, tanto en empresas vinculadas al pequeño comercio como a la hostelería. “Empezó en diciembre, antes de Navidad, pero ahora se ha acentuado”, señala el abogado laboralista.

“Si el cierre se prolonga en los próximos seis meses de este año, nos vamos a encontrar con el cierre total de establecimientos”, pronostica la mesa Lago. “Quitando la alimentación, el resto de establecimientos lo van a notar muchísimo”.

Entre tanto, el sector del pequeño comercio pide que se rescinda la cláusula que no permite despedir a un empleado seis meses después de haber aplicado un ERTE. También clama por más ayudas. “Ya llevamos alrededor de un 20% de cierre del comercio”, advierte el presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas. “Si no se toman medidas vendrá otro 20% o 25% adicional que también cerrará”.

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